martes, 29 de octubre de 2013

CINE: Violet & Daisy (2011)


Violet & Daisy es la fantasía porno de un estudiante de bellas artes. Es como si Wes Anderson rodase Reservoir Dogs.

El debut en la dirección del oscarizado guionista de Precious, Geoffrey Fletcher, presenta a las dos chicas del título, un par de asesinas adolescentes, que deben enfrentarse a un trabajo que aunque aparenta ser sencillo termina resultando su trabajo más duro. Todo para conseguir los últimos vestidos de la línea de ropa de su ídolo Barbie Sunday. No va de coña, eso es la historia, dos asesinas adolescentes contratadas por Machete para matar a Tony Soprano y que aceptan el trabajo para comprarse dos vestidos. Y lo peor es que la historia no es lo más ridículo de la película.

Alexis Bledell (Rory Gillmore) y Saoirse Ronan interpretan a las protagonistas, asesinas adolescentes, ingenuas pero a la vez duras, que visten siempre monas y siempre parecen súper elocuentes y súper interesantes sin dejar de resultar frágiles, son como si a Russian Red le dieses una puta pistola. Y dentro de lo que cabe sus personajes, a pesar de lo forzados que resultan, tampoco están tan mal. Quiero decir, las actrices no tienen la culpa de que sus personajes, como el resto de la película, busquen de una forma tan forzada que roza el ridículo lo de ser superguays y de culto. Entre ellas hay química y es divertido ver a Alexis Bledell ser por una vez la divertida, pero tampoco es que en ellas haya mucho que rascar. Cómo ya he dicho son una colección de topicazos con la sola idea de convertirse en la foto de portada de Facebook de tu amiga, esa a la que le gusta la foto y Sr.Chinarro, y eso no mola mucho.

Para más inri Machete y Tony Soprano tampoco es que puedan salvar los muebles mucho. El primero sale demasiado poco para conseguirlo y aunque Gandolfini es sin duda el que mejor parado queda de la película (porque es el mejor actor del elenco que cojones) su historia resulta demasiado poco interesante.

No hay acción, apenas hay intriga y para cuando termina ha dejado demasiadas dudas y demasiada confusión sin que termine de quedarte claro si es adrede o sin querer.

Si lo pienso bien... apenas existe algún motivo para que os recomiende esta película, más allá de que os queráis reír de las ridiculeces de los modernos. Como curiosidad, para que os hagáis una idea de lo floja que es esta película, se rodó en 2011 y se estrenó en Junio de este año.

sábado, 26 de octubre de 2013

CINE: Monsters University (2013)


(Por un despiste loco esta entrada fue originalmente publicada en mi otro blog, había un parrafo introductorio en el que comparaba a Pixar con Disney en el sentido que a Pixar le exigimos mucho más que al resto de los estudios, lo que nos lleva a pensar que grandes películas como esta -que sin embargo son algo más flojas que las grandes obras del estudio- son mediocres y chorras. El caso es que cuando me di cuenta de el error traspasé toda la entrada y, sin querer, perdí ese parrafo por el camino. No me acuerdo exactamente de lo que puse, así que esto es una aclaración con la esperanza de que la crítica quede menos confusa)

(Lo siento)

...Pero en fin, que me desvío, a Dinsey le pasaba eso mismo y a Pixar, que llevaba una serie de películas simplemente acojonantes, de un tiempo a esta parte le viene pasando parecido. No sé si Brave es tan floja como todo el mundo dice, pero si puedo decir que habiendo leído críticas y habiéndola visto, a Monsters University si que se la ha criticado demasiado duramente. Tecnicamente es la nueva demostración de que Pixar, como ocurría con Dinsey y el 2-D, juega en otra liga diferente, y a nivel de historia, sin llegar a la profundidad y a la sorpresa de las mejores películas del estudio... joder, funciona muy bien. Es que me jode muchísimo porque la gente ve Kung-Fu Panda o Cómo entrenar a tu dragón y dicen cosas como "coño, Dreamworks sabe hacer películas", y en cambio Pixar coge una historia no más simple que aquellas, no peor animada que aquellas (de hecho muchísimo más cuidada) y con unos personajes no menos interesantes que aquellas y se habla de crisis en el estudio.

Crisis mis cojones. 

Monstruos University no solo se concede un par de homenajes a la primera película (más de un par) si no que también se concede homenajes a todo el cine universitario en general (a John Belushi y la guitarra de Desmadre a la americana por ejemplo), todo ello mientras se atreve a decir a los niños que a veces las cosas no salen como esperamos por mucho que las deseemos y nos esforcemos. El viaje de Mike Wazowski acaba mal. El tipo llega queriendo ser asustador y fracasa. Y lo intenta con ganas, le pone todo el empeño del mundo pero al final no demuestra a nadie que vale para ser asustador. Si, demuestra que tiene un "valor" pero no es el valor que él buscaba. Coño, eso es un giro muy valiente para una película infantil (un giro que Dreamworks no se atrevería a dar nunca por cierto).

Los personajes nuevos funcionan y tienen (de nuevo) diseños geniales. La historia, aunque tópica y predecible, funciona. Mike y Sully entablan una amistad real y aunque sí, te sabes su historia desde el minuto 1, funciona. Y el malo es Nathan Fillion. No sé que más queréis. En serio.

No es la mejor del estudio, eso está claro.

Pero Pixar se sigue meando en Dreamworks cualquier día de la semana.

lunes, 7 de octubre de 2013

CINE: Antes del anochecer (2013)


El único problema que puedo verle a Antes del anochecer es que no hayas visto las dos películas anteriores, porque si no lo has hecho, lo más probable es que no te vayas a enterar DE NADA. La tercera parte del proyecto que comenzaron hace casi 20 años el director Richard Linklater y la pareja de actores Julie Delpy y Ethan Hawke es incomprensible si uno no ha asistido a las dos citas anteriores de Jesse y Celine, algo que no ocurría en la anterior, Antes del atardecer, en donde si uno no había visto la primera aún así podía seguir (a grandes rasgos) la historia. Supongo que es porque el cambio entre la primera y la segunda no es ni por asomo tan grande cómo el que hay de la segunda a la tercera, pero bueno, es el único error que puedo encontrar a una cinta que, en realidad, dudo que nadie que no sea seguidor de la saga vaya a ver jamás.

Más allá de eso la película es lo que uno esperaría de ella; Han pasado otros nueve años en la vida de los protagonistas y las cosas han cambiado un poco, en este caso en lugar de Paris o Viena en el Peloponeso griego y más que una cita asistimos a un día en la vida de la pareja. Lejos del románticismo mágico de la primera o la nostalgia idealizada de la segunda, esta tercera parte presenta una versión intencionadamente más realista de los dos, la de una pareja que lleva ya un camino recorrido y debe enfrentarse a los problemas de desgaste que eso conlleva.

Cómo siempre son las conversaciones entre ambos el punto fuerte de la película. Hace casi 20 años que dejaron de ser esa pareja y idealista (y desde mi punto de vista, un tanto pretenciosa) que eran cuando se conocieron, y desde luego ya no son los dos personajes perdidos que conocimos en la segunda parte (mi favorita), ahora son maduros y se han asentado, y eso se nota en su manera de hablar, especialmente en la Celine de Julie Delpy, sorprendentemente amarga, al sentirse (de los dos) la más desplazada de sus metas.

Los problemas de ser padres y compaginar el trabajo con la familia sin sacrificar ninguno de los dos aspectos, así cómo los sacrificios que han de cometerse para mantener una relación sana y estable son los temas centrales de la película, que lejos de pintarnos el cuento que llevaban pintandonos hasta ahora presentan una visión más cruda y honesta del amor, donde ni todo es fácil ni todo sale bien siempre, sin perder en ningún momento ese aire soñador y casi mítico que lleva manteniendo la saga desde aquel tren en Viena, y es que al final del día da igual todo lo de más si estás junto a la persona correcta.

Mirando el proyecto en conjunto yo personalmente no puedo si no declararme fan de la trilogía. Ya lo era cuando vi Antes del atardecer (sí, empecé por la segunda) hace años, y ahora que puedo ver la obra acabada he de reconocer que es uno de los retratos más sinceros del amor que he podido ver. Porque en el amor no es todo bonito, pero en el fondo lo más bonito es no perder jamás el espíritu y la magia del primer día, y esta película, aunque se conceda el ser más dramática que las anteriores, consigue preservar esa sensación.

Quizás el mayor pero que se le puede poner a la cinta (aparte de ser una obra solo para fans) es que es la que más corta se queda y en la que más he sentido que faltaban minutos, que quizás ciertas ideas podían haberse desarrollado más en profundidad, pero en el fondo eso ha sido siempre parte de la gracia de estas películas, que el director, cómo el espectador, asiste como mero observador de la relación y no revelará más que lo que los personajes estén dispuestos a revelar en ese momento.