martes, 25 de noviembre de 2014

MÚSICA: LPIV (2014)


El cuarto disco de Los Punsetes probablemente sea el más flojo de los discos de la banda, lo que no quiere decir que sea malo, sólo quiere decir que es más flojo. 

En la primera escuchada me pareció un mojón, pero a base de escuchar más y más el disco, de escucharlo de verdad, atendiendo a las letras (tan fundamentales para entender a este grupo) me he ido dando cuenta de la genialidad que subyace bajo la aparente capa del tontipop más chusco hasta el momento. Musicalmente es mucho más alegre de lo que nos tienen acostumbrados, a nivel de letra tiene muchos de los temas más ácidos de los madrileños.

Desde los primeros versos de Amanece más temprano, con Ariadna cantando acerca del disgusto de ser una puta mierda humana, hasta los últimos y ruidosos coletazos de Nit de l'Albà, los 11 temas que componen este disco están cargados de la mala leche habitual de Los Punsetes. Canciones que hablan de odiarse a uno mismo (Amanece más temprano, Bonzo, Arsenal de excusas), desamores suicidas (Falso Documental- posiblemente la mejor del disco) o una canción desde el punto de vista de un Dios vengativo y genocida muy Antiguo Testamento (Los últimos días de Sodoma). Llenos de ese sentido del humor tan negro y jodido del que llevan haciendo gala desde hace 10 años y reservandose espacios para clásicos instantaneos como Me gusta que me pegues, qué, con suerte será la sucesora de Tus Amigos, u Opinión de mierda, canción en la que Los Punsetes dan una cera del carajo a los que nos dedicamos a escribir blogs en Internet como si le importasen a alguien.

Quizás las más flojas sean Museo de Historia Natural, Tan lejos, tan cerca y Vaya suerte que tengo, que parece querer ser la nueva Pinta de tarao y funciona mucho peor que aquella. Pero bueno, son tres de once así que ni tan mal, sobre todo cuando el resto funcionan bien. Tengo más pegas con el estilo músical de este disco, más... no sé... ¿pop? No sé como describirlo bien, la verdad, creo que el problema es que es demasiado pop. Demasiado animado. Demasiado bailongo.

No es que quede mal, pero Una Montaña Es Una Montaña era más guarro y (al menos desde mi punto de vista) funcionaba mejor. Y quizás ese sea el mayor lastre al que se enfrenta, que el anterior trabajo fue tan puto perfecto que continuar con aquello iba a ser casi de todas todas decepcionante. Este no llega a ser decepcionante, pero desde luego sí que tiene más de paso atrás.

(NO estoy diciendo que me parezca malo. No es un mal disco. Pero es más flojo que el resto de discos de Los Punsetes).

sábado, 8 de noviembre de 2014

CINE: Interestellar (2014)



 (Me ha quedado con unos pequeños SPOILERS, o más que eso -porque en realidad creo que no he dicho nada referente a la trama- he dado demasiados detalles. Todos muy vagos, pero detalles al fin y al cabo, así que si no pongo SI SOIS DE ESOS QUE CUALQUIER DETALLITO MINÚSCULO OS JODE Y NO QUERÉIS QUE VUESTRO VISIONADO SE VEA CONDICIONADO POR LOS LIGERISIMOS PSEUDO-SPOILERS QUE HAY EN LA CRÍTICA ID A VER LA PUTA PELÍCULA ANTES DE LEER ESTO igual alguien se enfada. Pero daros por avisados, el que siga leyendo lo hace bajo su propia responsabilidad. Insisto, no hay detalles concretos de la trama, pero si ciertas pistas que pueden joder)


Interestellar no es una película mala.

No hay nada "malo" en ella.

No está mal dirigida. No está mal escrita. Las actuaciones son buenas, los efectos especiales son espectaculares y la banda sonora está muy bien.

Y sin embargo se queda a medio gas, principalmente por el ritmo y la duración. Es lenta y dura demasiado para la historia que pretende contar. Es una historia que se puede contar en una hora menos y la película agradecería muchísimo durar una hora menos. No es tan inteligente como pretende ser, y no puedes ser contemplativa y pausada si tu guión no es rematadamente inteligente. Al final la historia que cuenta Interestellar es, por un lado, la de una expedición (la expedición más espectacular del ser humano, pero una expedición al fin y al cabo) y por otro la relación entre un padre y una hija centrándose en que el sentimiento de amor mueve montañas, o algo.

La película intenta hacer una reflexión profunda sobre la dicotomía ("dicotomía" parece que tengo estudios y leo) entre el instinto de supervivencia humano (puramente egoista) y el amor y el sacrificio por los de más (puramente altruista). ¿Avanzamos como seres humanos por altruismo o egoismo? ¿Nos mueve la necesidad de mejorar o de hacer una vida mejor para los de más?. Este discurso llega en el principio del tercer acto de la película, cuando aparece el cameo sorpresa (que no voy a decir quien es porque es eso, sorpresa) y todas las cartas están sobre la mesa. En ese momento, y en un estilo muy Nolaniano de gritarte las cosas directamente en lugar de ser sutil (podría dedicar una entrada entera a lo curioso que es que un tipo que dedica tres horas a contar una historia que se podía haber contado en dos no encuentre ni un solo minuto para ser sutil en lugar de obvio), las preguntas son lanzadas y a partir de ahí comienza el verdadero mensaje de la película.

Esperanza frente a desesperanza. Fe frente a hechos. Amor frente a supervivencia. Altruismo frente a egoismo. El objetivo personal del antagonista (o lo más cercano a un antagonista que tiene la película) pasa por no morir. El objetivo personal del protagonista pasa por no dejar que los de más mueran.

Pero ese discurso, ese dilema que presenta es obvio, grueso y moñas y, junto con la excesiva duración y el ritmo, lo que termina de lastrar la película. No voy a decir "condenar", porque, insisto, Interestellar está lejos de ser una mala película, pero sí es lo que impide que sea una obra maestra. Su reflexión final es simplista y complaciente para un envoltorio tan rimbombante como el que monta Nolan. La película se disfraza de profunda a interesante cuando, en el fondo, lo que está intentando contar el director (y sobre todo como lo está contando) es más simple que el mecanismo de un chupete. Dedica muchos minutos a presentar esa reflexión, muchos minutos que hacen que la otra parte de la historia (la que habla de exploración espacial) se vea lastrada y sea mucho más lenta.

Curiosamente es la parte de la exploración espacial y toda la pseudociencia (que supongo que tendrá una base en ciencia de verdad, pero para cada vez que los protagonistas intentan explicar algo yo lo único que escuchaba era "ciencia ciencia ciencia, ciencia ciencia, ciencia") la que encontré más interesante. Uno de los puntos álgidos de la película es cuando esta se enfrenta al problema de la relatividad, el tiempo y el espacio. En ese momento (que es una escena que durará 15 o 20 minutos -tal vez algo más, tal vez algo menos) la película toca techo. No está intentando hacer ningun tipo de reflexión, pero la amenaza es real, es natural (no es una amenaza que venga de alguien o algo) y notas la gravedad real de cada error que cometen los protagonistas. Nolan hace un trabajo buenísimo presentando el espacio como un sitio amenazante y misterioso en el que casi todo escapa al control de los protagonistas. La carga emocional del film, esa que se apoya en la relación entre McConaughey y su hija y que supone uno de los pilares fundamentales de la cinta, sigue presente y se ve reforzada por la amenaza a la que se enfrentan los protagonistas. No necesita hacerte una reflexión moñas sobre absolutamente nada, sabes lo que está en juego y lo que les cuesta cada cagada. Porque es de hecho la construcción de esa relación entre McConaughey y la hija uno de los puntos más fuertes de la historia. El actor hace un papelón que soporta todo el peso y la carga emocional y que deriva en que de verdad sientas empatía por el tipo y por lo que está en juego.

Como nota final decir que el climax se ve venir a kilómetros (más o menos) y que el epilogo sobra absolutamente. Es complaciente, no aporta NADA (literalmente, NADA) y se pasa un poco por el forro de los cojones parte de las propias normas que se había impuesto la película. Pero ya hablamos de ello otro día porque no quiero hacer spoilers.

En resumen. Interestellar es una película que funciona mucho mejor como aventura espacial que como reflexión sobre la naturaleza humana. Que ambos mundos no terminen de casar entre sí bien es un poco lo que deja la película a medio gas.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Dragones, Zorros y Tiburones.

Para mi, Dragon Ball "saltó el tiburón"* en el momento en el que Trunks del futuro se reveló como Super Saiyan. A partir de ahí, empezó el principio del fin.

No es que la saga de Célula me parezca mala, creo que tiene muchas cosas buenas. El villano es bueno, la trama temporal es interesante y estableció cosas como la sala del tiempo y el espacio que molan bastante (además de tener muchos de los momentos más épicos de la saga). Pero es floja e innecesaria, y re-enfocó la serie a otros derroteros más centrados en la batalla que en la historia o la aventura.

Una vez Goku venció a Freezer no había ningún sentido para continuar la serie. Goku no solo se había convertido en el legendario súper saiyan (teóricamente la versión de "el elegido" -esa que tienen todos los shonen- de Dragon Ball), si no que ya era el ser más poderoso del universo. Las pocas preguntas que se habían formulado a lo largo de la serie, cómo ¿Por qué Goku tiene cola y se transforma en mono? o ¿De donde vienen las bolas de dragón? ya estaban resueltas. Realmente, pensándolo en perspectiva, no había absolutamente ningún motivo para que, después de eso, la serie continuase.

Pero continuó. Y en el capítulo 331 del Manga (casi 200 episodios antes de su final) decidió presentar a Trunks, un misterioso guerrero que también podía convertirse en súper saiyan y que derrotó a un reconstruido Freezer con pasmosa facilidad. El problema era que el hecho de que hubiese un segundo súper guerrero (odio esa expresión pero es que no quiero estar escribiendo la misma palabra todo el rato) tiraba por tierra todo lo construido anteriormente. Toda aquella mierda del guerrero que aparecía cada mil años y tal... a tomar por saco, al final lo único necesario para convertirse en súper saiyan era entrenamiento y un corazón puro o algo así.

Lo que vino después todos lo sabéis, en Célula ya teníamos cuatro súper guerreros y dos niveles de transformación y para cuando Bu murió había cinco y tres niveles diferentes. A la serie ya no le importaban las técnicas ni el combate inteligente y sus batallas se habían convertido en competiciones por ver a quien le crecía la polla más. Y insisto, no es que la saga de Celula me parezca mala (la de Bu sí, la de Bu es una basura), si no que me parece innecesaria y sobre todo demasiado rupturista. Toriyama tenía una historia redonda, un circulo perfecto y le sacó un pico porque quiso (o porque se vio forzado a ello) y ya no quedaba tan bonito.

Sin embargo, que a mi me sobren casi 200 episodios del manga no significa que la serie me parezca menos importante, o menos buena. Prefiero acordarme de todo lo anterior antes de quedarme con el regusto de la saga de Celula o de Bu, de la misma manera que prefiero olvidar que Dragon Ball GT existió y no considerarlo canon. Me quedo con las primeras etapas y sobre todo con el arco de Piccolo y Freezer. Y lo de más... pues sí, es más mediocre, pero no voy a desmerecer a Toriyama por ello. Mantener un nivel altísimo más de 500 números es muy jodido y sería injusto infravalorarle por no poder hacerlo.

¿A qué viene todo esto? os estaréis preguntando. Bueno, esta semana se ha terminado Naruto, el manga que Masashi Kishimoto lleva(ba) publicando 15 años en la Shonen Jump. Se ha terminado en el episodio 700 aunque para muchos la serie llevaba muerta mucho más tiempo. No se si hay una ubicación exacta para el "salto al tiburón" de este manga de todos modos. Cada cual tendrá el suyo, supongo. Es probable que muchos, tras la muerte de Pain y la resurrección de Konoha piensen que la serie se fue al carajo, o puede que cuando se desveló que Tobi no era Madara realmente. O cuando empezó el eterno arco de la guerra, un arco final largo, aburrido y horrible que terminó de hundir la serie.

Para mi sin embargo, la serie saltó al tiburón en el episodio 627, "La respuesta de Sasuke". No descartaría que, en un par de años, cuando me la vuelva a leer entera y vea las cosas con un poco más de perspectiva, retrase el salto hasta cuando se desveló que Tobi no era Madara, porque al fin y al cabo, uno de los principales problemas con el final de Naruto viene de su falta de un villano decente en el último arco y eso se vio provocado por la decisión de Kishimoto de intentar engañar a los fans (que ya habían adivinado quien era Tobi) haciéndoles creer que Tobi era Madara cuando en realidad era Obito, pero de momento, a día de hoy, como persona que ha seguido la serie durante siete años de su vida, debo decir que el momento en el que me rendí, el momento en el que supe que a partir de entonces ya no había salvación ni vuelta a atrás y que la serie se había convertido en un coche sin frenos en una pendiente que termina en un acantilado, fue en ese capítulo.

En ese capítulo Sasuke, al que Kishimoto se había esforzado los dos o tres años anteriores en llevar a un punto de no retorno, convirtiéndole en un psicópata chiflado obsesionado con vengar la muerte de su hermano, decide, tras hablar con los cuatro Hokages muertos, ayudar en la guerra a proteger Konoha y todo por lo que había luchado Itachi. Para terminar de joderlo todo, el capítulo cierra con los cuatro Hokages, Sasuke y su hermandad de ninjas diabólicos (que de nuevo incluyen a la tía de las gafas que perdona a Sasuke que intentase matarla porque está bueno) y un resucitado (y mágicamente cambiado al bando de los buenos) Orochimaru, a punto de embarcarse hacia la gran batalla final. Los 77 episodios siguientes han sido la agónica muerte de una serie antaño grandiosa, que en lo único en lo que podía apoyarse ya para no perder a los escasos cuatro fans que le quedaban era en el fan service más gratuito.

Naruto ha terminado en un punto bajísimo. Algo que no importaría tanto si no fuese porque durante años fue, de lejos, LO PUTO MÁS. Y como suele decirse, cuanto más alto estés más dura será la caída. Por eso el regusto que deja este final a medio gas, que busca ser complaciente y para fans resulta tan amargo y deja un sabor de boca tan terrible. Porque cuando algo ha sido tan perfecto jode verlo tan en la mierda.

Sin embargo, y este es el motivo por el que he contado antes lo de Dragon Ball, ahora que toca analizar la serie en su conjunto merece la pena preguntarse si debe ser juzgada por su terrible final, o si, por el contrario, debería primar los muchísimos años en los que la serie del ninja rubio fue top. ¿Debe primar, en un análisis objetivo de la serie, todas las cosas buenas que tuvo Naruto o debemos olvidarlo todo porque su arco final fue tan agónico, sin sentido y terrible? O lo que es lo mismo, ¿Debo juzgar Dragon Ball por la mediocre e innecesaria saga de Célula y por la espantosa saga de Bu o porque todo lo anterior fue, simple y llanamente, absolutamente perfecto?

No parece muy justo ¿no? Valorar 15 años de trabajo de alguien por dos o tres malos, obviando que los 12 anteriores fueron buenísimos. O a lo mejor es que en el fondo yo soy muy fan de los personajes y el mundo que creo Kishimoto para valorar objetivamente la serie y reconocer que el final es casi lo más definitorio de cualquier producto de ficción, y que por tanto, un final tan sumamente terrible debería condenar la serie al ostracismo, del mismo modo que Perdidos es tratada de apestada ahora a pesar de lo imprescindible e importantísima que fue en su día.

No sé. Puede.

Puede que sea la nostalgia la que habla ahora mismo, o mi fanatismo, pero prefiero recordar a Kishimoto como el tipo que me regaló muchos de los mejores personajes del manga reciente, una de las mitologías más chulas con las que me he encontrado, y un protagonista sencillamente sensacional, a por un último arco dolorosamente agónico y el sabor a mierda que todavía tengo en la garganta. Prefiero recordar porque me gustaba tanto esta serie en su momento, y por qué tengo tantísimo cariño a los ninjas de la hoja, a pensar en por qué debería odiarles.

En el fondo creo que prefiero acordarme de Naruto como la serie que me llevó de nuevo al manga y al anime, a pesar de su final.




*El "Salto del tiburón" generalmente se usa para resaltar el punto álgido de una serie, pero originariamente (o eso tengo entendido) tenía un significado de "punto de no retorno" o "inicio del declive". Aunque puede que esté equivocado y lo haya entendido yo todo mal.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Cada vez que intento explicar por qué la película de V de Vendetta me parece una mierda que destruye la obra original de Alan Moore, tengo que sacar a relucir las diferencias entre los discursos de V. Me parece el momento más básico, presente en ambas versiones, que establece de manera más definitiva las diferencias entre ambas. A pesar de tener más o menos el mismo mensaje, la cinematográfica no deja de ser la versión "for dummies". Y ese tufillo a idiotez es lo que, desde mi punto de vista persigue y jode la película.

Pero bueno, es mejor que las obras hablen por si solas, así que os dejo las dos versiones del discuros. La primera, la infantil y mongoloide versión de la película, y después la del comic. 

Película: 


Cómic:

"Buenas noches, Londres. Es hora de que tengamos una pequeña charla. ¿Están comodamente sentados? Entonces empezaré.

Imagino que se pregunta por qué le he convocado esta noche. Verá, últimamente no estoy del todo satisfecho con su trabajo... me tempo que su empleo peligra, y bueno, estamos considerando prescindir de usted. Sí, lo sé, lo sé, hace ya mucho tiempo que está en la compañía, casi... a ver, ¡Casi diez mil años! Caramba, ¡Cómo pasa el tiempo! Y parece que fue ayer... Aún recuerdo el día que comenzó su empleo, cuando bajo de los árboles, inocente y nervioso, agarrando un hueso con su puño peludo... "¿Por dónde empiezo, señor?" preguntó con tristeza. Recuerdo mis palabras con exactitud: "Ahí tiene una pila de huevos de dinosaurio, joven" dije, con una sonrisa paternal, "chupelos".

Bien, hemos recorrido un largo camino desde entonces ¿Verdad? Sí, sí, tiene razón, en todo este tiempo no ha faltado ni un día. Bien hecho, mi buen y fiel criado. Por favor, no piense que he olvidado su notable hoja de servicios, o las inestimables contribuciones que ha hecho a la compañía; El fuego, la rueda, la agricultura... una lista impresionante, veterano. Una lista impresionante de verdad, no me malinterprete, aunque... si he de ser sincero, también hemos tenido problemas, no podemos olvidarlo. Lo he pensado mucho y... ¿Sabe de donde viene el problema? De su innata falta de voluntad para adaptarse a la empresa. No parece querer enfrentarse a ninguna responsabilidad, ni ser su propio jefe. Dios sabe que ha tenido usted muchas oportunidades. Le hemos ofrecido ascensos una y otra vez, y los ha rechazado siempre. "No sabría hacerlo, señor" mentía "Sé cual es mi sitio"

Para ser sinceros, no se ha esforzado lo suficiente, ¿no?

Ya ve, ha estado quieto demasiado tiempo, y es algo que se empieza a reflejar en su trabajo. Y debo añadir que también en su conducta habitual. Ni las constantes discusiones en la fábrica han pasado mi atención, ni los recientes alborotos en la cantina del personal. Y después tenemos... hm.... está bien, no quería sacar a relucir esto, pero... verá, he oído algunos rumores inquietantes acerca de su vida personal. No importa quien me lo ha dicho. No puedo dar nombres. Tengo entendido que no se lleva bien con su esposa, que discuten, me ha dicho que le grita, se ha hablado de violencia. Sé de buena fuente que siempre hiere a quien ama... a la única que no debería herir. ¿Y qué me dice de los niños? Siempre son ellos los que sufren, como ya debe saber. Pobres pequeñines... ¿Qué van a pensar? ¿Qué van a pensar de sus intimidaciones, su desesperación, su cobardía y su arraigada intolerancia? La verdad, no lo está haciendo muy bien.

Y tampoco está bien echar la culpa a una mala gestión por cómo ha empeorado el nivel de trabajo... Aunque he de reconocer que la gestión ha sido pésima, de hecho, para hablar sin rodeos... ¡La gestión es nefasta! Hemos tenido a un montón de malversadores, impostores, mentirosos y lunáticos que han tomado decisiones catastróficas, es la pura verdad ¿Y quien los ha elegido? ¡Fue usted quien designó a esa gente! ¡Fue usted quien les dio poder para tomar decisiones por usted! Debo admitir que todos podemos equivocarnos alguna vez, pero cometer los mismos errores letales siglo tras siglo me parece intencionado. Ha apoyado a unos incompetentes maliciosos que han llevado el caos a su vida laboral, ha aceptado sin rechistar sus ordenes absurdas, les ha permitido llenar su espacio de máquinas nuevas y peligrosas.

Pudo haberlos detenido. Sólo tenía que decir "no".

No tiene empuje, no tiene orgullo. Ya no tiene valor para la compañía.

Aún así, seré generoso. Le proporcionaré dos años para que pueda demostrar alguna mejora en su trabajo. Si al final de este periodo sigue sin intentarlo... le despediré.

Es todo. Puede retornar a sus labores."



Vienen a decir lo mismo; "Despiera mundo". Solo que uno lo hace de forma complaciente y explicando todo bien bien y para que todo el mundo lo entienda, mientras que el otro es una bofetada explicada a través de una metáfora. Y basicamente así es todo el cómic. Inteligente, despiadado y audaz, mientras que la película es obvia, gruesa y complaciente.