lunes, 24 de octubre de 2016

El problema de Flash.



Abandoné Flash poco antes de la mitad de la segunda temporada. Podría mirar el episodio exacto, pero no viene al caso. El tema es que verlo semana a semana era muy pesado, los horribles guiones y los personajes terriblemente escritos no compensaban las pocas cosas rescatables que tenían (como la falta de vergüenza a la hora de abrazar tropos superheroicos o un gran villano en esa segunda temporada que tuvo una introducción realmente aterradora). No tenía intención de ver más. Había terminado con las series de supers de CW.

Sin embargo, cuando hace como dos semanas subieron toda la temporada completa a Netflix (al menos aquí en Colombia, no se en España), y en vista de las buenas críticas que tuvo esa segunda temporada, decidí volver a darle una oportunidad. Y la terminé viendo entera, la verdad.

Con esta entrada no quiero hacer una crítica de la serie ni mucho menos, así que voy a resumir mi opinión de la serie (para pasar a centrarme en lo que de verdad quiero centrarme); La segunda temporada de Flash es mejor que la primera en ciertos aspectos, pero arrastra todos los problemas fundamentales que tuvo la primera e incluso inventa algunos nuevos. Y todos los problemas que tiene la serie, que son los que hacen sombra sobre las muchas virtudes (porque son muchas) que tiene y la dejan en una mediocridad alarmante de la que dudo que vaya a salir en algún momento, se pueden resumir en su planteamiento. Un planteamiento que de base es equivocado, y que veo, se repite en prácticamente todas las series de superhéroes, siendo las de Netflix en las que esto ocurre en menor medida.

El problema de base del que hablo, ese planteamiento equivocado, es que Flash, como Arrow, no es una serie sobre el velocista escarlata, es una serie coral sobre el grupo de personas que comparten su vida con el hombre más rápido del mundo. Sí, Barry es, de lejos, el protagonista, pero su reparto coral es tan importante como él en la serie, Cisco, Caitlyn, Joe, Iris y Wells son personajes que, imagino que tendrá que ver con mierdas de contratos y así, tienen que salir sí o sí en todos los episodios. Así que los guionistas deben encontrar tramas y cosas para que hagan, lo que en última instancia lastra todo el conjunto. Porque Flash es una serie increíblemente procedimental que sigue el esquema de amenaza semanal. Esto fuerza a los guionistas a que, a la hora de sentarse a escribir, tengan que gestionar, SIEMPRE, los siguientes puntos:

A) Presentar una amenaza para nuestro héroe
B) Encontrar el modo de resolverla
C) Dar minutos a cualquier subtrama que haya en la medida de lo posible o, como mínimo, dar lineas de diálogo a esos secundarios fijos de los que hablaba
D) Hacer avanzar la trama principal de la temporada (la gran amenaza) en algún momento. A veces de forma directa (generalmente en epílogos al final del episodio) o a veces de forma indirecta (recordándonos que, a pesar de esa amenaza semanal, los protagonistas tienen otras preocupaciones).

Y todo eso en 40 minutos.

Voy a olvidarme por un momento la cadena en la que está alojada la serie, voy a olvidarme de quien es el público objetivo de dicha cadena y como eso afecta a los guiones, diálogos y, sobre todo, los conflictos que se plantean semana a semana (que son el segundo gran problema de la serie, pero voy a obviarlos por que son algo para hablar otro día) y voy a centrarme solo en este problema fundamental. Porque es imposible que con ese planteamiento, incluso aunque no fuese una serie de CW, esta serie funcionase más de lo que lo hace. Es imposible que, con todos esos puntos que tienen que cubrir, los guionistas encontrasen tiempo para desarrollar bien a sus personajes, o sus relaciones, o generar una serie de conflictos y evoluciones coherentes y satisfactorios en sus relaciones. Y esto desdibuja totalmente a todos los protagonistas, por no hablar de que crea una sensación de redundancia tremenda. Al final, la serie, vive en un limbo que hace que si ves más de tres capítulos seguidos sientas todo el rato una sensación de déjà vu terrible. ¿Cual es el arco de Barry? ¿Tiene algún dilema más allá de "ser más rápido"? ¿Quien se supone que es Iris? ¿Cual es su personaje? ¿Por qué debería importarnos? ¿Y Cisco? ¿Hay algo en Cisco aparte de la necesaria "cita nerd" en todos los episodios?

Es un puto problema enorme este. Es un puto problema enorme que la serie dedique minutos (y tantos además) a toda la subtrama de la familia West, o a que Iris no puede superar la muerte de su prometido, o que Caitlyn tiene una relación con Jay o... yo que se, todo.

Lo que me jode de todo este asunto es que... no debería ser así. Flash, la serie, no debería ser así. Ningún cómic (que no sea un cómic sobre un supergrupo quiero decir) ha sido jamás tan coral como lo es esta serie, porque no lo necesitaba. Porque lo que importaba era el personaje que daba título a la colección y sus secundarios eran eso, secundarios. Que en mayor o menor medida estaban presentes en su vida, pero que salvo en ocasiones puntuales (y porque servían un propósito para la historia), aparecían lo menos posible (si es que incluso llegaban a aparecer). Introducir a Wally West si no vas a introducir a Kid Flash es absurdo. Porque Wally West no le importa a NADIE mientras no sea el Robin de Barry. No me parecería mal todo el asunto de Iris, su madre y su hermano secreto, si fuese porque el nacimiento de Kid Flash estaba a la vuelta de la esquina, pero es que no es así. Al final no pasa NADA.

Y sí, soy consciente de que ahora Kid Flash va a aparecer y todo eso, pero, ¿De verdad era necesario presentarle una temporada antes? ¿En serio necesitabamos conocer a Wally para que nos importase cuando se terminase de convertir en el héroe que todos sabemos que iba a terminar siendo? No.  La verdad es que no.

Luego también está el papel que juega la gente de Star Labs, que son los Q del Bond que es Barry Allen. y su existencia solo idiotiza al héroe. Porque Flash no soluciona sus amenazas, habla con los científicos que le ayudan, estos localizan la debilidad del villano de turno, le preparan un gadget para la ocasión y él gana. Esto no me parecería mal si pasase cada dos o tres episodios, pero es que pasa todo el puto rato. Y es estúpido. E inútil. Y hace que el héroe parezca bobo.

No sé... me da rabia, porque, e insisto, estoy obviando muchos problemas, como los actores escogidos, el presupuesto, los efectos, los diálogos y todo el culebrón intrínseco que vienen de base al ser una serie de CW, pero es que Flash podría ser una gran serie. Podría serlo si decidiese de una vez ser una serie sobre Flash y no sobre su equipo. Si la amenaza semanal a la que debe enfrentarse Barry fuese un problema para él exclusivamente, y fuese él quien deba encontrar el modo de usar sus poderes de forma ingeniosa para resolver el entuerto, si conociésemos quien es este personaje, como piensa, que le motiva... todas esas cosas por las que los amantes de los cómics terminamos queriendo a los personajes del papel.

El ejemplo más claro de como la serie se beneficiaria de un planteamiento más individualista y no tan coral, y voy a poner un ejemplo porque me explico mejor de esta manera, es el episodio en el que Barry está en la Speedforce. En un momento dado de esta segunda temporada Allen sacrifica sus poderes y tiene que replicar su accidente para recuperarlos. Algo sale mal y la "fuerza de la velocidad" (que es como Dios o algo en esta serie), lo retiene en su mundo, en donde tienen, o al menos intentan, tener una conversación sobre lo que significa ser Flash y la culpa que siente Barry por lo que ocurrió con su madre y como eso le está lastrando. Mientras esto pasa, la serie siente la necesidad de cortar continuamente a Star Labs, en donde los miembros del equipo Flash deben enfrentarse a un zombie porque... yo que se tío, algo tenían que hacer.

Los guionistas no pueden desarrollar de forma satisfactoria la experiencia de Barry en la fuerza de la velocidad porque simplemente no tienen tiempo. Porque cada vez que empieza una conversación, tienen que cortar a una mierda que no importa. Cada vez que parece que van a hablar y por fin hacer crecer a su protagonista, tienen que meter a Iris huyendo de un zombie pervertido. No creo que haga falta decir que es un puto desastre ese episodio. Y debería ser un momento emocional para la serie (Barry habla con su madre muerta joder) pero no lo es, porque no puede serlo, porque tiene como doce cosas de las que encargarse, además de ese rollo emocional.

¿Como funcionaría esto mejor? Si el episodio ocurriese todo el rato en la fuerza de la velocidad. Barry se despierta en su casa, su madre esta con vida, y él no es Flash pero no le importa porque se siente bien consigo mismo, incluso podríamos jugar a que no duda acerca de lo que ocurre ni se pregunta porque ha pasado, simplemente él lo ve como natural. Barry "prueba" como sería su vida si jamás se hubiese convertido en el velocista escarlata.  Yo lo hubiese planteado así, con Barry teniendo una revelación tipo "que bello es vivir" en donde experimenta una versión mucho más feliz de su vida y al final tiene que tomar una decisión, volver a casa, convertirse en Flash de nuevo, porque por más feliz que esté en ese mundo... es su deber. Un episodio así daría pie a momentos mucho más emocionales de lo que se vio en el original. Pero no pudieron hacer eso porque... esta no es la serie de Flash, es la serie de Flash y sus fabulosos amigos.

lunes, 3 de octubre de 2016

El alma de Harlem


Dos fallos (y medio casi) de tres confirman dos cosas:

1- Que Marvel es capaz de equivocarse (aunque eso ya lo sabíamos)
2- Que Netflix no es la panacea.

Y sí, llamo "fallo" a Luke Cage, porque, como Jessica Jones, es una serie fallida. Una que, como aquella, no tenía por qué serlo. Una que, como aquella, tenía suficientes elementos para triunfar, y sin embargo no lo hace.

Pero mientras que la de la detective privado fallaba por su excesiva duración, Luke Cage falla por no tener ni idea de qué es lo que quiere ser. Quiere ser la historia de un "working class hero", del héroe de una comunidad muy humana, pero también quiere ser un thriller policiaco, una historia de mafia, y, por encima de eso, una historia de superhéroes con todo lo bueno y lo malo que conlleva eso. Y falla porque intenta equilibrar lo imposible en lugar de escoger una de esas cosas y tirar para adelante. Falla porque ese pastiche no podía hacer otra cosa.

Luke Cage abre en su primer episodio con una estampa muy humana, una barberia de barrio en la que las viejas generaciones y las nuevas hablan de baloncesto. Se nos presenta una realidad costumbrista, de chicos sin figuras paternas, ex-presidiarios redimidos y madres solteras. Y durante sus primeros episodios, el peso de Harlem y sus habitantes están ahí. Pero es en el tercero (en ese final extraño y totalmente fuera de lugar) en el que se rompe el artificio y la naturalidad y se sacrifica lo "humano" por lo poderoso.

El problema sin embargo no radica solo en ese cambio tonal, si no en que cuando da ese paso, prefiere quedarse en tierra de nadie a pisar con firmeza y Luke Cage, la serie, se queda entre el costumbrismo del cameo de Method Man y los villanos pintorescos de planes rocambolescos e invenciones de pura ciencia ficción. Y no llega.

No llega porque se olvida del barrio tanto tiempo que cuando decide acordarse (en el mentado cameo del miembro de Wu Tang Clan o en ese momento en la pelea final) ya no nos importa. Y no nos llega porque a esa trama rocambolesca de tebeo barato la lastra la necesidad de conservar un realismo del que está pidiendo a gritos deshacerse.

Si Luke Cage optase por cualquiera de las dos cosas, tanto por la historia de barrio que pide a gritos ser como la loquísima historia comiquera que se asoma a ratos en su segunda mitad, funcionaría de forma maravillosa. Pero esa posición que toma, quedándose en medio de un modo tan jodidamente tibio lo destruye todo.

No quiero que suene esto a que la serie me ha parecido horrible, como digo, tiene un montón de cosas rescatables. Un reparto buenísimo que cuando quiere está perfecto en su rol, un héroe carismatico, un villano (durante la mitad de la serie) con matices y personalidad que funciona, una banda sonora y una dirección geniales... pero es en el tono, la trama, y las intenciones, donde todo hace aguas.

Luke Cage no es horrible. Pero Luke Cage da exactamente igual.

Aún así quedan Puño de Hierro y los Defensores. Quizás aún quede esperanza para Marvel en Netflix. Recordemos que su Fase 1 (con aquella hedionda El Increible Hulk, la soporifera Thor y las -en general- fallidas Primer Vengador y Iron Man 2) salvó las naves gracias a Vengadores. Quizás aún pueda ocurrir el milagro.

Y si no, siempre nos quedará Daredevil.