lunes, 19 de febrero de 2018

La importancia de la cultura pop

Me sabe mal usar algo que haya dicho Max Landis de ejemplo después de que fuese acusado hace unos meses de acoso (como tantos otros) y desapareciese de la faz de la tierra, pero el hijo del director de El Principe de Zamunda hizo este vídeo a raíz de la polémica de la adaptación estadounidense de Ghost In The Shell, cuando se decidió contratar a Scarlett Johanson para interpretar al personaje protagonista en lugar de a una actriz japonesa (que es lo que se supone que es el personaje), y se acusó a la cinta de "whitewashing" y eso:



Para los que no sepáis inglés, o no soportéis a Landis hasta el punto en el que no podáis verle hablar durante más de dos minutos, os hago un breve resumen. Max en el vídeo dice que, si os jodió eso, no deberíais cargar ni "contra el estudio, o el director, o la actriz o la industria cinematográfica". Justifica esto basicamente hablando de como en la industria hace unos diez años desaparecieron las "estrellas". Antes, había "estrellas de cine", actores y actrices que significaban distintas cosas en diferentes mercados pero que podían hacer una película viable por si mismos. Según él quedan unos diez o doce actores que pueden sacar adelante un proyecto (de los cuales solo dos son negros -Will Smith y Denzel Whasington, aunque creo que en el caso de Smith ya no), y hay solo como unas cuatro o cinco actrices que pueden lograr lo mismo (de las cuales, según Landis, todas son blancas). El guionista de Chronicle pasa luego a hablar como esto no era así antes y como en los ochentas y noventas sí existía diversidad entre las estrellas (porque había más), como antes existía gente como Jackie Chan, Jet Li, o Lucy Liu... y ya no. Pero eso, según su idea, no es culpa de la industria cinematográfica per se, que de un momento a otro se ha vuelto racista, si no al sistema y como ya las películas no hacen tanto dinero (los blockbusters famosos cada vez hacen más pero las pelis que se perciben como medio arriesgadas cada vez hacen menos), lo que provoca que los productores estén acojonados y hagan lo que les parece que es ir sobre seguro (y eso pasa por contratar basicamente a gente blanca).

Hizo una secuela de ese vídeo AQUÍ, en el que expandía sobre esos pensamientos y hablaba de como el sistema es racista pero no puedes culpar a la gente que trabaja dentro del sistema de ser racista porque no es solo un problema provocado por una única persona, si no por una industria trabajando bajo unas métricas irreales y basadas en el pánico provocado por una crisis en la industria.

Os he dado esta pequeña gran chapa introductoria, porque creo que es muy importante entender esta realidad de la que hablaba Max Landis (y de la que el año pasado habló Anthony Mackie -Falcon en las películas de Marvel- en una comic con -cuyo vídeo podéis ver AQUÍ) para entender por qué ir a ver películas como Black Panther o Wonder Woman, cintas hechas por super corporaciones y pensadas casi de forma exclusiva con el propósito de vender merchandising a niños, es importante. Porque, y esto os lo digo de todo corazón, que estas películas tengan un éxito absurdo es una de las mejores maneras de lograr que volvamos al estado en el que estaba la industria en los noventa, en donde que se estrenase toda la franquicia de Alien, Blade o Spawn (es muy jodido que la gente siempre diga que Blade es la primera película relevante con un superhéroe negro como protagonista cuando literalmente dos años antes se había estrenado Spawn) no eran un acontecimiento ni suponían un punto y aparte en el estado de nada. El único modo que tenemos de demostrar a ese sistema jodido, machista y racista que queremos que dejen de ser unos machistas y unos racistas es si mostramos interés en estas películas.

Es lo mismo que pasa con lo de ir a ver más cine independiente, o mejor dicho, alternativo a las salas de cine (algo de lo que hablé largo y tendido hace años EN ESTA ENTRADA). Es importante apoyar a las películas que sean diferentes. Ya sea porque el protagonista no tiene el sexo o la raza a la que la maquinaria de Hollywood nos ha acostumbrado en la última década o porque es una película medio arriesgada no basada en nada de algún género minoritario. El único modo de que tengamos más de algo es si demostramos que queremos más. Y el úncio modo que tenemos de demostrar eso en lo que respecta a las películas es yendo al puto cine y pagando por verlas.

Y con eso explicado, quiero hablaros ahora un poco de la película de Pantera Negra.



La decimoctava película de la monstruosa multifranquicia Marvelita en el cine, primera protagonizada por alguien que no sea un actor blanco (generalmente llamado Chris) supone otro éxito, dentro de su campo, para la Casa de Ideas y Disney. La tercera cinta del director Ryan Cooglar funciona muy bien como blockbuster a casi todos los niveles; la historia (cuando llega) es interesante, el villano funciona, el protagonista funciona, los secundarios están muy bien y consigue, como por otra parte ya otras películas del Universo Cinematográfico de Marvel ya habían conseguido, presentar un mundo nuevo de forma exitosa. Wakanda mola y es interesante, y ojalá podamos pasar más tiempo en ella en las futuras secuelas.

Nada nuevo bajo el sol, Marvel ha llegado a un punto de efectividad tal que casi lo de que está bien se da por sentado. Y no es que no hayan hecho películas de estas que sean abiertamente malas aún (El increible Hulk es muy floja, Thor 1 es un aburrimiento y Thor 2 es directamente mala -y eso sin mencionar Iron Man 2). Pero llevan una racha de éxitos tan grande que parece imposible que puedan volver a fallar. Sin embargo, Pantera Negra, aunque efectiva y un poco por encima de la media, no deja de tener unos errores graves, al menos en mi modesta opinión, que empañan un poco el conjunto.

La película tarda en arrancar de verdad y llegar a su trama casi una hora, y nada de ese larguísimo primer acto aporta realmente algo fundamental de cara a la película. La persecución en Hong Kong es muy chula, sí, pero viendo como no termina teniendo casi relevancia, es algo que se podrían haber ahorrado, sobre todo porque cuando la historia llega y vemos cual es el conflicto real de la cinta y sus temas, estos resultan infinitamente más fascinantes que todo lo de más. Killmonger es uno de los mejores villanos del Universo Cinematográfico de Marvel (en el que cada vez son más los buenos). Tiene unas motivaciones claras, unas, de hecho, que no solo podemos entender, si no que como ocurría con el Buitre de Spider-Man:Homecoming, casi podemos compartir y apoyar. Pero hay ciertos detalles sobre él (que es un genio estratega y un militar excelente) que me hubiera gustado que se contasen a través de imágenes en lugar de tener al personaje de Martin Freeman escupiendo información a la cámara sin miramientos. Pero claro, es que para eso necesitaríamos minutos y no nos quedan minutos porque hemos dedicado la primera hora a unas escenas tipo James Bond o Misión:Imposible que no iban realmente a ninguna parte... ¿Veis lo que digo?

También los efectos digitales, especialmente en el climax del tercer acto, cuando la necesaria y ya tópica multitudinaria batalla tiene lugar, cantan bastante. No molestan tanto como en otras cintas del género, pero es un poco extraño que en una película con semejante presupuesto, en donde tantos otros detalles han sido mimados hasta el extremo (todo lo que rodea a como se ve Wakanda y sus habitantes está pensadísimo y mola todo), este, que es de los más importantes, se descuide de un modo tan exagerado.

Aunque tampoco quiero poner a parir mucho la película, o escribir una crítica que tenga un tono negativo, de verdad, porque, como digo, funciona la mar de bien. Su conflicto es, de lejos, el más interesante y relevante de una película de Marvel desde El Soldado de Invierno, su villano es, quizás, el segundo mejor, Pantera Negra, como personaje, es el protagonista más original que hemos tenido en 18 películas (porque no es un borde, un cachondo mental, o un buenazo que nunca se equivoca, es una persona normal y corriente) y me encanta que es la película de Marvel con más personajes femeninos potentes de todas (Shuri, Nakia y Okoye son lo puto más). La cinta funciona y me gustó mucho a pesar de sus evidentes errores. Entra sin duda en mi top 10 del MCU y es otra muestra más de como Marvel ha conseguido que me interesen muchos superhéroes que, hasta este momento, me daban bastante igual (jamás he leído un cómic de Pantera Negra, he leído cómics en los que aparecía, pero no cómics en los que él fuera el personaje titular).


Afortunadamente en este caso, no es solo que debáis ir al cine a ver la película porque es importante para el estado del cine (como pasó el año pasado con Wonder Woman) si no que es que este además es un muy buen blockbuster que funciona muchísimo mejor y resulta mucho más satisfactorio de lo que funcionó la película de Patty Jenkins.

Para terminar quiero hacer enfasis en una última idea acerca de la importancia o relevancia de esta película. Es importante que vayamos a verla para demostrar que queremos una representación más variada en nuestras películas. Porque es importante que haya una representación más variada en la cultura pop. Porque la cultura pop es muy importante, sobre todo, para la gente joven. Se que hay mucha gente que no quiere que "Las películas tengan mensajes políticos" pero es muy importante que los tengan, especialmente las que estén orientadas a un público más infantil, porque es muy probable que esto sea su primer contacto con esos temas. Y es fundamental que su primer contacto con temas más importantes provenga de algo positivo, con héroes y villanos en donde ganan los héroes siempre. Porque eso da esperanza. Y si además el personaje titular da la casualidad que se parece a ti o tiene una problemática parecida a la tuya más.

Dicho esto, Black Panther no deja de ser un multimillonario producto mega producido por una corporación que busca, por encima de todo, vender juguetes, y que cada día que pasa está más cerca de controlar toda la industria cinematográfica ella sola. No podemos olvidarnos de esto. Es importante que la película triunfe, necesitamos más cine así, pero no nos tomemos esto como el momento histórico que definitivamente no es. No nos tomemos esto como la salvación que definitivamente no es. Y no es que quiera sonar cínico, pero es que (y perdonadme por mi lenguaje) me toca los cojones un poco los dos extremos en los que se está manteniendo la conversación; el de los racistas que ven una película protagonizada enteramente por negros como algo "de diversidad forzada" y el de la gente de la mega izquierda que ve en esta película algo equivalente a lo que pasó cuando Rosa Parks decidió que ella no iba a ir en la parte de atrás del autobús nunca más.

No nos volvamos locos, por favor. Esto es una película importante. Pero no deja de ser una película.