martes, 16 de junio de 2015

Lo del final de Juego de Tronos (OJO QUE HAY MUCHO SPOILER)

Mirándolo por el lado bueno, estos dos vuelven a estar juntos

No voy a hacer una crítica de la quinta temporada de Juego de Tronos. Me voy a limitar a hablar del final. Porque se han alzado las voces, y puede que tengan razón, que dicen que Jon Nieve volverá y que su muerte no tiene ningún sentido. A mi me encanta Jon Nieve, era mi personaje favorito y desde el primer episodio pensé que él iba a ser el héroe de la serie. El Luke Skywalker que viene de orígenes humildes y termina siendo el salvador del mundo. Ese pensaba que era su rol en la serie, pero ahora, mirándolo en perspectiva, me doy cuenta que no tenía mucho sentido que lo fuese y que realmente que muera en este momento, tiene todo el sentido del mundo dentro de su ciclo como personaje.

Hay dos razones principales por las que la gente dice que Jon Nieve no puede estar muerto, vamos a analizarlas una a una para ver porque sí:

Razón 1: Jon Nieve tiene que vencer a los caminantes blancos.

Nieve y la gente del muro son la última defensa de Poniente contra la amenaza nórdica, y todo apuntaba a que él iba a ser quien protegiese el continente frente a los zombis de nieve. El tema de los caminantes blancos es el gran problema que asola al continente y los únicos a los que ha parecido importarles en algún momento es a la gente del muro. Sin embargo ¿Qué podían hacer contra los caminantes?

No, en serio, me parece que es lo que hay que preguntarse. Hasta ahora solo hemos visto que les afectan tres cosas, el fuego, el vidriagón y el acero valyrio. El fuego es una buena medida preventiva pero con un ejercito zombi que aumenta sus filas con sus enemigos caídos no parece una buena solución y las dos únicas cosas que verdaderamente afectaban a los caminantes están, una perdida (el vidriagón) y la otra escasea. En el último episodio cuando Sam y Jon hablan sobre las espadas de acero valyrio ellos mismos reconocen que ni reuniendo todas las que quedan en poniente serían suficientes.

A no ser que alguien descubriese un conjuro mágico que destrozase a los caminantes blancos... las posibilidades de que la guardia de la noche sobreviva a un asedio de los zombis de nieve son absolutamente nulas. Jon no podía vencer, luego, aunque hubiese sobrevivido, hubiese terminado perdiendo al final. Él no estaba destinado a ser el salvador del norte.

Razón 2: El tema de los padres de Jon.

Jon Nieve es el hijo de un Targaryen y una Stark y en orden de sucesión es el heredero real para el trono de hierro. Esto no lo han llegado a decir tal cual pero es algo que llevan sugiriendo desde la primera temporada. Lo que los fans dicen es que Jon ha muerto sin saber eso. Jon ha muerto sin saber que el trono le corresponde. Mi pregunta es ¿Qué hubiese cambiado si lo hubiese sabido? Basándonos en como ha actuado estas cinco temporadas, lo único que sabemos de Jon es que es un hombre de honor. Como Ned, es una persona que jamás traicionaría su honor ni su palabra, solo que a diferencia de Ned, Jon juró lealtad y unos votos a la guardia de la noche. En la segunda temporada (o al final de la primera, ya no recuerdo) cuando se enteró que su hermano Rob iba a vengar a Eddard quiso huir para ayudarle, pero incluso en su momento de debilidad comprendió que no podía, que no podía traicionar sus lealtades ni siquiera por su familia. Después conoció a Ygritte, el amor de su vida, y tampoco pudo traicionar sus votos, aunque sabía que seguir siendo un cuervo significaba tenerla como enemiga. Ni siquiera su amor pudo hacer que dejase de ser quien era.

Aunque un personaje cualquiera se hubiese acercado a Jon y le hubiese dicho que era un Targaryen y el heredero al trono... Jon no hubiese abandonado a la guardia de la noche. No quiere un apellido ni quiere unas tierras (como reflejó esta temporada al rechazar la propuesta de Stannis), esas cosas no son importantes. Entonces, aún sabiendo que era SU trono, no hubiese sido lógico para el personaje que abandonase la guardia. Es decir, el misterio de la madre de Jon es importante, pero no tanto como nosotros pensábamos. Si usamos el sentido común, aunque lo hubiese sabido nada hubiese cambiado.




Que a muchos nos encantase el personaje y que muchos creyésemos que era el héroe no significa que Jon lo fuese. La heroína de la historia, la verdadera protagonista, sigue con vida. Daenerys Targaryen es al única que importa en el Juego de Tronos pues, como Jon, tiene el apellido que la hace legitima heredera del trono de hierro, además de tener dos cosas a su favor que Nieve no tenía; Armas para combatir a los caminantes blancos (sus dragones -no solo porque pueda usar a sus dragones si no porque es la magia que involucra a dragones lo único que hemos visto que afecte hasta ahora a los caminantes) y ambición para cumplir sus objetivos.

Jon, nos guste o no, no era más que otro secundario. Podría equivocarme, sí, el personaje podría volver el año que viene, pero lo que quiero decir con esta entrada es que si no lo hace, si de verdad está muerto, tiene sentido dentro de la historia. Aunque no nos guste.




NOTA 1: Esta entrada probablemente esté fatal escrita, lo sé, no me jodáis mucho con el tema.
NOTA 2: No me he leído los libros, estoy basando mi conjetura en lo que se ha visto en la serie. Si en los libros hay algo que incline la balanza más hacia la resurrección, avisad que es spoiler pero ponedlo.

lunes, 8 de junio de 2015

Chrono Trigger (1995)


No digo mucho que algo es perfecto.

Últimamente una persona muy cercana a mi me ha dicho eso. Dice que no me gusta nada. Que siempre le saco peros a todo, y es verdad, saco peros a casi todo. Supongo que siempre he sido muy crítico con todo, no sé exactamente por qué. Igual tiene que ver con el hecho de que yo mismo he querido escribir o dibujar o en general dedicarme a una profesión creativa, que tener esa actitud me hace ser crítico con las cosas que veo y pensar como las mejoraría. Y ojo, la primera persona con la que soy crítico es conmigo mismo, si hay alguien cuyos trabajos me espantan son los míos.

Hay cosas que sí me gustan. Hay cosas que si me encantan y me emocionan y no puedo ver más que las cosas buenas que tienen. No son muchas, no son muy habituales, pero las hay. Aquí en este blog he escrito un par de entradas mega entusiastas sobre cosas a las que sacaría muy pocas (si acaso alguna) pegas. Mi baremo aún así no es igual para todo, las intenciones de los creadores de la obra importan a la hora de valorar la obra. No creo que pueda juzgar bajo el mismo rasero algo como El Padrino con algo como Todo en un día, o que coño, con algo como Acero Puro. Y eso no quita que Acero Puro no me parezca que no triunfa en lo que se propone casi tan bien como lo hace El Padrino. Sí, la película de Coppola igual es la mejor película de todos los tiempos y la otra es un entretenimiento familiar de tarde de domingo, pero así pensando rápido hay pocos entretenimientos familiares de tarde de domingo en el pasado cercano que me hayan gustado más. 

No me importa que tus miras o tus objetivos sean pequeños, lo importante es cumplir tus miras y tus objetivos.

(Mentira, Acero Puro está entretenida pero no me parece que funcione igual que El Padrino. El Padrido es LA película)

Aún así, no hago muchas críticas enteramente positivas. No digo mucho que algo es perfecto.

Por eso cuando os diga que algo lo es, quiero que sepáis lo importante que es que lo diga. Porque no soy un entusiasta y no hay demasiadas cosas a las que pondría un 10 sobre 10. Hoy vengo a hablaros de una de esas pocas cosas que yo consideraría un 10 sobre 10. Del juego que me enseñó a amar los jrpg. Del Chrono Trigger.

Chrono Trigger fue un proyecto que Square-Enix (entonces solo Square) desarrolló en mitad de los noventa para la Super Nintendo. El género del jrpg, espacialmente en lo que respectaba al cerebro de la bestia de Nintendo, vivía lo que sería conocido como la edad dorada y la compañía japonesa venía de haber sacado un año antes Final Fantasy VI, así que tampoco es que tuviesen nada que demostrar ya a nadie. Final Fantasy VI es uno de los mejores juegos a los que he tenido el gusto de jugar, una historia que explota los limites narrativos del pixel hasta puntos que no creía posibles para narrar una fantasía épica brutal, que tiene uno de los mejores villanos de la historia del medio y un grupo de protagonistas maravilloso. Por eso, tras aquel juego, Square no debía nada a nadie. Aún así, decidió reunir al dream team de los jrpg para realizar algo que borrase del mapa todo lo de más.

Gente como Hironobu Sakaguchi que es un nombre que no le suena a nadie, pero fue el creador de nada menos que Final Fantasy, al que acompañarían otros como Nobuo Uematsu (compositor de la música de FF) Yuji Horii, creador de Dragon Quest y el artista Akira Toriyama que igual os suena algunos de una obra sin apenas importancia llamada Dragon Ball. La puta creme de la creme para un proyecto que no podía fallar y el resultado, evidentemente, no defraudó. Este dream team consiguió lo más difícil del mundo, que es encontrar la absoluta brillantez en la más exquisita sencillez. Algo que solo los grandes maestros pueden hacer, que es hacer que parezca natural y fácil lo complicado.

Mi hermano suele decir que el mayor logro de Los Beatles es que su música es aparentemente sencilla. Tiene una complejidad compositiva detrás, claro, pero lo que hacían Lennon y McCartney resulta a nuestros oídos natural y lógico. Consiguen una respuesta tan masiva porque incluso aunque no les hayas escuchado su música es exactamente lo que esperabas que fuese. Sin entrar a comparar el genio de la banda de Liverpool con un videojuego, primero porque son medios completamente diferentes y segundo porque no es de rigor, el Chrono Trigger consigue un poco eso. Es natural. Es sencillo. Funciona de forma lógica a nivel subconsciente. Satisface porque es exactamente lo que esperábamos antes incluso de saber que esperábamos precisamente eso. Sus engranajes igual no son los más modernos o los más novedosos o los más complejos, pero todos están perfectamente alineados, todo en esta obra funciona a un nivel extraordinario, y lo hace desde el primer minuto de juego.

Hace no demasiado, con motivo del vigésimo aniversario del juego volví a jugarlo y me di cuenta de lo perfecto que es. Desde que Crono despierta en su cama en los primeros compases del mismo, hasta la derrota de Lavos, la historia no se detiene ni un segundo. Fluye de manera absurdamente natural ante el jugador, las aventuras, los cambios de época, todo ocurre como consecuencia de otras cosas y ocurre sin que el ritmo se detenga. El aspecto al ser pixel no desentona, sí, ha envejecido, pero no lo ha hecho mal. La jugabilidad es cercana y sencilla para el jugador menos iniciado en el género, pero según se avanza adquiere un grado de complejidad gracias a  las técnicas dobles y triples (que son las que de verdad determinan que estrategia usas y que equipo llevas). Los personajes están genialmente diseñados por el característico arte de Toriyama y sus personalidades son, todas ellas, interesantes. La historia se asegura de dar a cada uno su momento de gloria y su momento para que el jugador pueda empatizar con ellos. Las épocas están perfectamente diferenciadas y aún así, gracias al reciclaje de enemigos, se mantiene el tono de que es el mismo planeta. La mezcla de géneros, desde la ciencia ficción de Terminator hasta las aventuras de fantasía medieval casan sorprendentemente bien. La música es maravillosa...

En fin, que entendéis porque digo que es perfecto ¿no?

Chrono Trigger es el juego que recomendar a cualquiera. Es suficientemente cercano y sencillo para que aquellos que os digan que no les va mucho el género no se pierdan y lo suficientemente bueno para que los expertos puedan apreciar lo increíble que es. Una obra atemporal, una de las pocas realmente atemporales de una industria que no lleva tan pocos años como nos gusta pensar que lleva. Si no lo habéis jugado ya estáis tardando, y si lo jugásteis y no visteis todos sus finales... ya lo estáis volviendo a jugar, claro.