lunes, 13 de abril de 2020

El problema con Watchmen.


El problema con Watchm... No, espera. No puedo empezar así, joder. Menuda manera de abrir. Un año y medio sin escribir en este blog y vuelvo para hablar de algo negativo. Pero es que en realidad es de lo que quiero hablar. Y va a parecer que la serie no me ha gustado, cuando, la verdad, me ha gustado más de lo que esperaba. No daba un duro por ella y mira, muy bien, muy conseguida. Me ha sorprendido para bien y la recomiendo. Pero.

Siempre hay un pero ¿no? 

Y en este caso necesito sacarme esto del pecho. Por supuesto si estáis leyendo esto (¿hay alguien que en 2020 todavía lea blogs?) os aviso desde ya que puede que haya spoilers. Así que dejad de leer y ved la serie que está guay.

En fin.

Volvamos a empezar.








Tulsa es una ciudad relativamente pequeña, perteneciente al estado de Oklahoma. Geográficamente está un poco en, y perdonad mi lenguaje, el puto medio de Estados Unidos. En la Wikipedia, cuando pones las ciudades de EEUU ordenadas por población, ocupa el puesto número 46 de las 282 que aparecen. No es una ciudad particularmente destacada ni por densidad de población, ni monumentos ni nada. O por lo menos no lo es para los que no vivimos en USA, a lo mejor en USA es importante, no lo se. También es el escenario de la nueva serie de Watchmen de HBO. Y es importante que lo sea, y una de las cosas más inteligentes que hace la serie en realidad.

Watchmen, la serie, como Watchmen, el cómic, parte de un conflicto del mundo real que está al borde del colapso. Pero mientras que la obra de Moore y Gibbons tenía la Guerra Fría como escenario, la gente de HBO ha tenido que tirar de algo mucho más local, porque en el año 2019 ya no tenemos grandes conflictos internacionales. La guerra fria terminó, y sí, el ejercito de USA sigue pegando tiros por ahí y siguen promocionando de vez en cuando "la lucha contra los terroristas" y esas cosas que les gustan decir a ellos, pero en general no tienen un gran villano al que derrotar. No están al borde del conflicto mundial con otra superpotencia. En parte porque no existe otra superpotencia y en parte porque ya hemos superado un poco toda esa fase, sinceramente.

No, el conflicto del que parte Watchmen es más privado y es la situación sociopolítica que viven ellos. En general que vivimos todos a nivel internacional, pero cada país con sus particularidades, y es el del resurgimiento de la ultraderecha y los movimientos supremacistas y nacionalistas. En USA eso se traduce en los MAGA y el resto de tarados racistas que se fueron en 2017 a gritar para que no tirasen la estatua de un señor racista en Charlottesville. Todos esos movimientos reaccionarios de, en su mayoría, hombres y, en su mayoría, blancos, muy enfadados con el sistema que les ha dejado atrás y ha abandonado sus valores tradicionales que buscan reconducir el país y el mundo a su orden natural a cualquier precio.

Y, hasta cierto punto, me parece muy inteligente que se centre en ese conflicto, y como plantea ese conflicto también me gusta. De verdad. Porque hay pequeños detalles aquí y allá en el planteamiento de este 2019 alternativo que si no justifican la existencia de movimientos supremacistas blancos, si los hacen entendibles. Hay muchas pinceladas de lo que parece querer presentarse como una distopía de izquierdas, una sociedad tan centrada en forzar el buenismo que ha coartado las libertades individuales de sobremanera. Y no solo eso, es que encima lo han justificado a través de la mayor mentira jamás contada (el final de la obra original).

El problema con Watchmen, la serie de HBO es que pasado ese punto de partida decide no hacer nada con los temas que plantea. No solo eso, si no que decide dejarlos de lado en favor de una historia de ciencia ficción que poco o nada tiene que ver con el conflicto privado y político en el que parecía centrarse al principio. Y cuando toda una obra parece construida en base a una temática particular, abandonar esa temática me parece que es caerse un poco con todo el equipo.

No quiero decir que la serie necesite hacer una exploración humana del nazi que justifique su mierda de mentalidad, pero es que a ratos parece querer hacer un ejercicio de autocrítica. A ratos parece querer decir "mira, esta gente es basura pero no vamos a negar que esta basura ha crecido un poco por nuestra culpa", incluso aunque no llegue a decirlo del todo nunca. Hay un comentario sobre dejarse llevar por el odio, sobre el resentimiento, sobre el ciclo de destrucción, la acción/reacción y todas esas cosas, que nunca termina de ser el centro de atención que, en un principio, parece querer ser.

Hacia la mitad abandona (no del todo, pero sí lo abandona) todo eso en favor de una historia más propia de un cómic de superhéroes, con villanos que buscan el poder absoluta y un conflicto a escala planetaria. Y no es que sea insatisfactorio, está bien, los actores están genial, los personajes son buenos y la historia es interesante, pero es un cambio tonal y un abandono temático tal que no puedo si no verlo con ojos negativos. Eso sin contar con que se suceden una cantidad de sin sentidos importantes. Pero tampoco quiero hacer esta entrada más larga de lo que debe ser.

Tampoco quiero que suene esto a que no me ha gustado porque "no han hecho lo que yo creía que iban a hacer/quería que hiciesen" porque no es eso. No estoy hablando de que quería que se centrasen más en la problemática social e ideológica, es que la serie se estaba centrando en eso ¡Que abre con unos tipo del Ku Kux Klan destruyendo un pueblo después de que un niño vea una serie sobre un superhéroe negro! ¡Y los villanos hasta la mitad son un grupo de racistas confesos! ¡No es subtexto!

Y sobre todo es que al final, gracias a ese cambio de dirección, la serie se ahorra hacer algún tipo de cierre real al problema del que partía. En el cómic Adrian Veidt "arregla" la Guerra Fria. Da a la Unión Soviética y EEUU un enemigo común al que temer, utiliza sus reglas en su contra y les hace desviar ese pánico que tienen el uno del otro y centra toda esa energía en el gran engaño. Cuando la historia termina, todo ha cambiado. En la serie eso no pasa. Al final matan al grupo de racistas del principio ¿Y qué? ¿El racismo en américa está solucionado? ¿La división entra la izquierda y la derecha se ha terminado? No. Porque responder esas preguntas requeriría dar respuestas más complejas que la serie activamente decide no dar.

Cuando todo está dicho y hecho, nada ha cambiado. El cambio más significativo viene de que la humanidad va a descubrir lo que hizo Veidt en el 85 y el propio Veidt va a pagar por ello, pero es que de eso no iba la serie.

Watchmen me ha gustado mucho. Está bien actuada, hay un par de personajes que me han encantado, tiene una producción y una dirección buenas y hasta un par de episodios que consideraría sobresalientes. Pero también es una serie que se queda a medio gas al final.

Me gana por la sorpresa. Porque no esperaba nada de ella y es buena.

Me pierde un poco porque durante un rato parece que podía ser mejor que eso.