viernes, 29 de julio de 2016

La cazadora.



Under the Skin es una película cuya trama no quiero describir por si no habéis visto ni habéis leído nada sobre ella. Creo que explicar de que va la película es contraproducente en este caso, porque es clara la intención del director de que su película resulte perturbadora y confusa, mostrándote lo suficiente para que entiendas qué está pasando sin terminar de entenderlo todo.

Iba a decir que es artística, pero odio usar la palabra artística para describir una película. Generalmente porque aceptar que hay películas artísticas supone aceptar también que hay películas que no lo son, y aunque estoy completamente de acuerdo con esa afirmación, el apelativo artístico se usa para una minoría selecta, descartando como posibles obras de arte todas las demás. Generalmente el adjetivo se aplica a cintas como esta, que no cuentan su historia en el sentido más tradicional, y resultan confusas y extrañas y requieren que el espectador rellene ciertos huecos, y ya. Con lo que auténticas obras de arte como El Padrino quedan por descarte fuera de esa categoría superior. Como si no fuesen obras de arte solo por el hecho de contar cosas de manera tradicional. Es como descartar cuadros de Velázquez solo porque son figurativos.

Y tampoco me gusta cuando artístico se utiliza como eufemismo de pretencioso, en un sentido completamente vejatorio. Porque proviene de la ignorancia del que mira, como todos aquellos que insultan el arte moderno sin haber intentado jamás comprenderlo.

Pero estoy desvariando mucho... lo que quiero decir es que Under The Skin es una película rara. Rara en su realización y en su narrativa, porque gran parte de la historia se cuenta a través de cámaras ocultas y con gente que ni siquiera sabía que estaba en la cinta, además de a través de metáforas visuales y sin apenas diálogo. Pero lejos de, como me pasó con Sólo Dios Perdona, parecerme un coñazo horrible, la verdad es que me pareció interesante. O curiosa como mínimo. No voy a mentir tampoco y decir que no hubo partes que me aburrieron, porque hubo bastantes partes que me aburrieron, pero los momentos interesantes, especialmente el primer acto y el final, me resultaron fascinantes.

Porque es lenta y no hay diálogos y no pasa gran cosa en ella... pero el modo en el que la historia va fluyendo es genial. Somos tan espectadores del mundo que rodea a Scarlett Johansson como ella, y atendemos a todos los momentos como un espía. Esto se refuerza tanto a través del uso de cámaras ocultas como de planos muy alejados, que refuerzan el concepto de espectador, convirtiéndonos en casi voyeurs de lo que está ocurriendo, algo que ayuda, junto con la tremenda banda sonora, a darle este aura perturbadora a la película. Esa sensación de que algo está jodidamente roto en las imágenes que estás viendo, incluso aunque hasta la primera vez que entran en la sala negra no puedas señalar exactamente qué es (y después de eso tampoco es que tengas una idea muy clara de lo que está pasando, la verdad).

He leído explicaciones de la película que hablan de cómo Under The Skin hace una exploración de lo que supone la belleza en el mundo moderno, y que resulta una crítica de como solo la apariencia exterior nos parece importante hoy en día... y no sé... tal vez sea verdad, pero yo desde luego no entendí nada de eso. Pero es una cinta que espera que seas tú quien rellene los huecos, así que si alguien los quiere rellenar así, me parece muy respetable. Para mi la historia es bastante directa y no tiene mucho comentario acerca de nada... pero es lo que yo vi (y no soy de los que suelen enterarse de estas mierdas).

En general la película es una demostración genial de narrativa visual y de cómo se puede contar una historia exclusivamente a través de imágenes. Es fácil comprender qué es lo que piensa en cada momento el personaje de Scarlett Johansson, incluso aunque pase más de tres cuartos de película sin abrir la boca, solo por su interpretación y las cosas que ocurren a su alrededor. No necesita contarte todos los detalles, ni decirte abiertamente que es lo que ocurre en diálogos expositivos, es una película que espera que tú seas lo suficientemente inteligente para rellenar los huecos que faltan y comprenderla. Evidentemente como el arte moderno, no es para todo el mundo. Pero yo le daría una oportunidad, a mi estas películas no me suelen gustar un puto pelo y esta, sin parecerme una obra maestra ni nada, me gustó bastante y es algo que recomendaría.


Así que quién sabe. Igual la veis y os encanta.


O igual la veis y os parece de una pedantería de asustar.

Cualquiera de las dos podría pasar, la verdad. Pero yo le daría una oportunidad, aunque solo sea para que veáis algo completamente diferente.

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