sábado, 5 de julio de 2014

CINE: Extraterrestre (2011)

Una pelota de tenis/Un tarro de melocotones

 Con motivo del estreno de la tercera película de Nacho Vigalondo, Open Windows, parecía el momento perfecto para ponerme al día con la filmografía de este caballero y ver de una puñetera vez su segundo largo, Extraterrestre.

No hay mucho que decir de Vigalondo a estas alturas, la verdad. Con una nominación al oscar y tres películas a sus espaldas (así como un montón de cortos que merecen muchisimo la pena) está todo un poco dicho ya. Es lo más parecido a un alquimista cinematográfico que tenemos en España, un tío que puede coger unos medios de mierda y transformarlos en oro puro, y así lo demostró con su primera película, Los Cronocrimenes, un thriller de viajes en el tiempo hecho en una montaña Cantabra con cuatro duros (para lo que una película de viajes en el tiempo debería necesitar en un principio). En aquella película, cómo en sus cortos, Vigalondo convertía la falta de medios en una fortaleza en lugar de una debilidad. Que la película fuese "pequeña" no afectaba a la historia para nada, en todo caso la reforzaba, dejandola en algo no demasiado complicado pero increiblemente funcional.

En Extraterrestre, sin embargo, eso no pasa, y la falta de medios es aquí un lastre.

La película sigue a Julio, un perdedor que se levanta un domingo de resaca en la cama de "la chica más maravillosa del mundo" (vamos a entrecomillar eso), Julia. Sin recordar bien cómo pudo tener tanta suerte ni si llegaron o no a follar, antes de que la chica pueda echarle de su casa, ambos se dan cuenta que el planeta ha sido invadido por alienigenas. Forzados a permanecer juntos en el piso empieza así una comedia de enredo que involucra no solo a los protagonistas si no a un vecino acosador y al novio de Julia, Carlos.

Tal vez decir que "la falta de medios es un lastre" no sea acertado. El tema es que esta película tiene un inicio muy potente y un final increible, pero una mitad lenta, aburrida y que no va a ninguna parte. Y no va porque a parte de episódica, la historia de Julio y Julia no tiene demasiado sentido. Ella no tiene ningún motivo para actuar cómo actua y él... mierda, si te enamoras de una chica porque folláis durante una semana estás loco. Su "historia de amor" (que en realidad no lo es tanto) es forzosa y solo existe cómo excusa para el último acto del film. Desde la aparición de Carlos nada en la película funciona. El propio director ha dicho varias veces que ese era precisamente el objetivo, que el personaje de Julián Villagrán fuese un secundario en su propia historia, y hasta cierto punto... funuciona, pero no me quito la sensación de la cabeza que Extraterrestre funcionaria mejor como medio-metraje (o incluso corto) que como película completa. Por no hablar de que el hecho de que casi todo ocurra en el mismo escenario contribuye a crear esa sensación de repetición y hastío, que es por lo que digo que en este caso al menos, la falta de medios le hace un flaco favor.

Otra de las cosas que juega en su contra es que se vendiese como COMEDIA. No es una comedia. Sí salen Carlos Areces y Raul Cimas que son dos putos animales cómicos y sus personajes son lo suficientemente esperpenticos cómo para sacarte una sonrisa, incluso, sí, de acuerdo, los cameos de Miguel Noguera son una risa, pero la película no es una comedia. Tampoco diría que es un drama, pero desde luego me pareció más cercana a eso que al humor. La historia de Julio y Julia no es un amor de comedia romántica, es un sinsentido que jamás debería haber ocurrido. Julio lo sabe y va transformandose en un hijo de puta dispuesto a todo para no ser expulsado del piso, Julia lo sabe y deja que Julio haga lo que le de la gana a pesar de que cada paso "malvado" que da su amante a ella solo la vuelve más y más desgraciada.

Pero dicho esto, la película está lejos de ser una mala película, ojo. Los actores bordan sus papeles, especialmente Cimas (que al parecer sabía actuar y no nos habían dicho nada) y Areces, a los que solo da pena no ver más. Villagrán y Jenner están también geniales cómo Julio y Julia. Villagrán borda el papel de absoluto perdedor parasitario y ella lo clava cómo chica perdida que no tiene ni idea de lo que quiere en la vida. La historia, a pesar de perderse a la mitad, tiene como ya he dicho un gran inicio y un final tremendo y satisfactorio que casi hasta consiguió que me olvidase de lo que me había aburrido en su parte central, ese climax con la última mentira y, sobre todo, ese último plano con Villagrán y Noguera fumando al amanecer es oro puro. Los dialogos son fantásticos también, Vigalondo es bueno escribiendo personajes que suenen relativamente sinceros en su patetismo y conversaciones como la última entre Areces y Julio son geniales.

Sin embargo no puedo olvidar sus contras y no puedo evitar pensar que siendo una película mucho más sencilla que su primer trabajo, Extraterrestre funciona muchisimo peor que Los Cronocrimenes.

A la espera de poder ver Open Windows, que me imagino será cuando salga en DVD o algo, para comprobar si la carrera de Vigalondo va hacía arriba o ya lo hemos visto todo. Aunque la verdad, por el trailer y por como está hecha (que es una locura) no tiene ninguna pinta.

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