viernes, 30 de agosto de 2013

CINE: Star Trek: En la oscuridad (2009)


Si alguien me hubiese dicho hace cinco años que una de las películas que más iba a esperar en 2013 era la secuela de Star Trek, me habría reído de él. ¿Star Trek? ¿En serio?

Sin embargo en 2009 J J Abrams dirigió el reboot de una de las franquicias con una legión de fans más hardcore de todas las que ha habido... y consiguió hacerla para todos los públicos. Star Trek era un gran reinicio, presentaba de nuevo a todos los personajes y su universo para aquellos no familiarizados con la saga y lo hacía con un ritmo trepidante en la que es una de las mejores películas de aventuras de los últimos años. Era uno de esos blockbusters veraniegos hechos con mimo y ganas, y la verdad, moló mucho. Tanto que cuando se anunció la secuela y que en ella estaría Benedict Cumberbatch haciendo de villano yo no podía esperar. Los trailers además solo aumentaban el hype.

Así que ayer, por fin, tuve la oportunidad de verla, y aunque en algún que otro aspecto me decepcionó, en general cumplió con creces las expectativas. Es una gran secuela, amplia y expande el universo presentado en la anterior entrega, no se limita a coger lo anterior y hacerlo más grande. J J Abrams ha presentado "su universo" y sigue jugando bajo sus propias reglas. A pesar de ello, y debido a que la trama de esta película se centra en una de las tramas más queridas por los fans de la saga, se concede más de un fanservice que si no sois trekkies (o putos nerds cómo yo) probablemente os den exactamente igual. Sin embargo, esa expansión estropea en cierto modo la perfecta planificación de la que hacía gala la primera película y deja una primera mitad que sin llegar a ser aburrida... sí que se hace un poco larga.

La primera película se metía de lleno en la historia desde el minuto 1 y no te dejaba tiempo para respirar en ningún momento. Cuando no estaban saltando en paracaídas desde el espacio estaban en una batalla espacial o luchando contra monstruos en un planeta congelado, la cosa es que TODO el rato estaban pasando cosas. En esta, aunque tiene mucho de eso, hay muchas partes en las que no pasa nada o lo que pasa no es lo suficientemente interesante. Además, que la mejor escena de toda la película sea la primera no ayuda a sobrellevar mejor las cosas. Y es que la escena en la que empiezan (cuando la tripulación de la nave Enterprise salva el planeta ese del volcán) es puro cine de aventuras del mejor. Es divertido, trepidante y te pone a tono para lo que, en teoría, debería ser otro viaje a todo trapo por el espacio.

Luego el ritmo se reduce un montón y no es hasta la gran revelación (que en realidad solo es grande si sois fans -o putos nerds cómo yo- y si sois de esos además YA OS LA SABÍAIS) que vuelve a pillar el tono. A partir de ahí es perfecta de todos modos, Cumberbatch es un hijo de puta amenazador y clava su papel, Chris Pine, aunque tiene una de las tramas más tópicas de la historia del cine (el héroe arrogante que aprende que ser un líder también incluye ser humilde y sacrificarse y bla bla bla) lo hace bien, de hecho el peor parado y el que menos cómodo creo que se encuentra en su papel es Spock, aunque gran parte de la culpa no sea suya si no de Zoe Saldana y el cretinismo de su Uhura. Que sí, que está buena, pero no es un personaje femenino que encaje en el S.XXI. La subtrama que mantienen los dos (que es una extensión del conflicto Kirk/Spock de esta película -no por historia si no porque ambas hablan de que Spock debe dejar de ser un puto cyborg) es de lo peor de la cinta.

Los de más siguen en su línea. Harold, de Dos Colgaos muy Fumaos está bien, Simon Pegg es Simon Pegg y es el descojono, Anton Yelchin (que por cierto ¿Qué coño ha pasado con Anton Yelchin? ha sido un poco Shia Labeouf lo de este chaval, y eso que no es malo) también está simpático pero sin duda el que se lleva la mejor parte de los secundarios es Karl Urban, no solo porque Bones sea el personaje más divertido de los secundarios (ahí ahí con el Scotty de Simon Pegg) si no porque es la demostración una vez más de lo buen actor que es Urban (y lo poco reconocido que está), en su personaje en esta película no hay nada de ninguno de sus otros papeles y de hecho cuesta hasta darse cuenta de que este tío es el mismo que hace del juez Dredd en la última película del personaje o de aquel guerrero desterrado en ESDLA.

Pero el robaescenas es Cumberbatch, que podría hacer la puta película solo y seguiría siendo divertida. Su villano es amenazador, tiene presencia y transmite ese punto límite entre la genialidad y la locura más absoluta que es tan jodido de hacer. Sherlock no decepciona (Sherlock nunca decepciona) y en cada plano en el que aparece no existe nadie más que él. Juega a otro jodido deporte, la verdad.

Sobre el fanservice, aunque no desentona es tan obvio que para la mitad de la película, si uno sabe cómo va la historia en la que está basada esta película, ya sabes cómo va a ir, sabes cuales van a ser los giros y que es lo que va a ocurrir, y el McGuffin es tan sumamente obvio que si no predices el final es que has estado dormido la mitad de la cinta. Pero a pesar de eso es interesante y emocionante, y cómo en casi todos los blockbusters, que la historia te la veas venir importa poco si las cosas que explotan lo hacen de manera que mola mucho, y en esta mola muchísimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario