domingo, 8 de septiembre de 2013

CINE: The Bling Ring (2013)

El poster describe más a los personajes que la propia película. Fuera coñas, he visto la película y hay dos descripciones que no sé a quien corresponden
The Bling Ring cuenta la historia real de un grupo de chavales que se dedicaba a robar a famosos.

Y ya está.

No, en serio, eso es todo lo que hace Sofia Coppola, coge a un grupo de desconocidos (y Emma Watson, pero luego llegamos a eso) haciendo de idiotas perdidos y les hace pasearse por mansiones, robar ropa y salir de fiesta. No pasa nada más. Por no pasar ni siquiera hay drama entre ellos, no hay conflicto no hay nada, simplemente pasa. Y la verdad, es una pena.

La película podría dar mucho más de sí, podría centrarse más o aprovechar para hacer algún tipo de comentario acerca de cómo estas ladronas no eran más que fruto de su tiempo, obsesionadas con las celebrities y esperando convertirse ellas mismas en las futuras Kim Kardashians. Podría haber hecho un comentario crítico acerca de la fama o el egocentrismo al que nos conducen las redes sociales, pero eso no queda más que sugerido en una frase que pronuncia el protagonista de la cinta en un momento dado y en un final que llega tarde y resulta demasiado apresurado. Más allá de eso no hay nada.

Y aparte de no haber nada es que no consigue aprovechar lo poco que tiene. Me explico, todos los protagonistas son unos desconocidos que no tienen casi trabajos a sus espaldas, y luego está junto a ellos Emma Watson, con un papel secundario pero muy presencial. Es imposible que en una escena en la que están todos no la mires a ella y siempre te termina dando la sensación de que su personaje (por mucho que en la historia real fuese uno de los más importantes y la que más sacó de aquello -se terminó convirtiendo en una estrella de realities) tiene demasiada presencia en pantalla. Es una roba-escenas, pero no por talento, si no porque siempre te da la sensación de que tiene demasiada presencia para lo insustancial que, en teoría, es su personaje.


La pareja protagonista, Katie Chang e Israel Broussard, termina quedando desdibujada debido a ello, sobre todo el personaje de ella, Rebecca, que sobre el papel parece el que más chicha tiene pero queda tan insustancial en la ejecución que al final resulta el más soso. Él no sale tan mal parado, pero supongo que tiene que ver el hecho de que no solo sea el protagonista si no que es el único chico.


En general no sabría decir si es o no una decepción. No es una película horrorosa, pero tampoco es buena. Es vulgar y falta de alma. Es asquerosamente mediocre. Es un cinco, y tenía potencial de ser algo más.

No puedo decir decepción porque no esperaba nada de ella, pero una vez vista... la verdad, no esperaba tan poco.

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