jueves, 12 de septiembre de 2013

VIDEOJUEGOS: Falskaar (2013)


Tenía dudas sobre si escribir o no esta entrada, y sobre si abordarlo como una review completa (lo que implicaría que me lo tengo que pasar entero -cosa que no he hecho) o como lo que voy a hacer ahora. Pero, que coño, creo que al menos una mención si que merece.

Como dije en mi entrada sobre los 10 juegos más influyentes de mi historia (que en realidad eran unos 14 o 15) estoy absolutamente enganchado al Skyrim. La quinta parte de la saga Elder Scrolls no es un juego perfecto, pero está bastante cerca de serlo. Sus problemas no parten tanto de la calidad del juego en sí, si no de pequeños detalles sin importancia que, creo, estropean un poco la experiencia a medio largo plazo, insisto, no tanto a nivel jugable, si no al nivel en el que se supone que intenta jugar Skyrim, que busca ser una experiencia absorbente y que te meta de lleno en el juego. En ese contexto hay muchas cosas que no me gustan o que, más que no gustarme, creo que se podrían haber hecho mucho mejor (y no hablo solo de errores de programación, que eso es una cosa imperdonable por más parches que hayan sacado -no deberías sacar parches para el juego, deberías testearlo hasta que no salgan errores antes de sacarlo, pero eso es otra historia).

El caso es que Bethesda, como ha hecho siempre, sacó unas herramientas de edición para que los usuarios creasen sus propios contenidos. Es algo que llevan haciendo mucho tiempo y que ayuda a alargar la vida del juego, más allá de los DLCs oficiales que pueda ir sacando la compañía (los tres que sacó en concreto para este juego). La comunidad de modders consigue con más o menos fortuna añadir armas y contenidos al juego que amplían y mejoran a muchos niveles la experiencia, desde nuevas armas y armaduras a nuevos poderes, pasando por misiones alternativas, contenidos que antes no se podían hacer (hace poco vi que alguien había introducido -o estaba al menos en fase beta- armas de fuego) y cosas por el estilo.

Y hoy quiero hablar de uno de esos mods, en concreto el mod que publicó Alexander J Velicky hace un par de meses y que más que un mod parece un DLC oficial. Estoy hablando por supuesto (Digo por supuesto porque podéis leerlo en el título) de Falskaar.

Alexander es un chaval de 19 años que quiere dedicarse al diseño de videojuegos. Acabó el instituto hace cosa de un año y en lugar de irse a la universidad a estudiar diseño, prefirió quedarse en casa y construirse la carta de presentación más impresionante que he podido ver en mi vida, y así comenzó a construir Falskaar, un mod que no solo añade alrededor de 25 horas de juego, ni solo añade un terreno que mide 2/3 de la superficie total de Skyrim, si no que además cuenta con voces propias y banda sonora propias. Básicamente lo que hizo (y es importante entender que lo hizo sin apenas experiencia y con 19 años) fue algo por lo que Bethesda habría cobrado dinero a los usuarios.

No he explotado al 100% Falskaar. Lo instalé hace un par de días y pude empezar a jugar (en el terreno nuevo al menos) ayer, pero ya desde el principio deja claro que, aunque no tiene el nivel del propio juego, está muy muy cerca. El doblaje es sorprendentemente bueno, el terreno es sorprendentemente grande y la música nueva funciona sorprendentemente bien. Pongo tanto el adjetivo "sorprendente" porque creo que es la mejor manera de definir este mod, es una puta sorpresa. Es algo que ni debería existir ni nadie pensaría jamás que podía funcionar tan bien. Falskaar es una marcianada, es algo que simplemente no debería ser. Y todo hecho por un chaval, sin animo de lucro (aunque su objetivo sea, en ultima instancia, conseguir un puesto en la compañía) y por amor al arte.

No sé si Bethesda (o cualquier otra compañía) se ha puesto ya en contacto con Alexander. Sinceramente, espero que sí, el tío lo merece desde luego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario