lunes, 31 de marzo de 2014

MÚSICA: Underneath the Rainbow (2014)


Me ha llevado un tiempo ponerme con esta crítica. Pero es que no me gusta la idea de hacer una crítica negativa de un disco de los Black Lips. Sobre todo de un disco cómo su séptimo trabajo, que tiene muchas cosas buenas y rescatables. Sin embargo, no puedo si no decir que es una ligera decepción.

Puede que también influya que su anterior trabajo, "Arabia Mountain" me parece su mejor disco hasta la fecha. O que simplemente el rollo que han decidido tomar, infinitamente más clásico y limpio de lo que nos tienen acostumbrados, no me termina de convencer. No sé. No es un mal disco, pero no parece suyo. Hay pocas pelotas en este disco, mucha normalidad y mucha vulgaridad, y sí, se pueden rescatar bastantes temas, pero la sensación general que me deja es que esto no son los Black Lips. Al menos no los de, "Let it bloom", "Good bad, not evil" o "200 Million thousand".

El adelanto ya lo advertía, Boys in the wood (que es la mejor canción del disco de lejos) dejaba claro que este año los de Atlanta iban a tirar por otros derroteros, pero aquel blues conservaba mucha hombría y testosterona, y aunque en el disco hay otras así, como Dorner Party o Funny, hay muchas otras que son casi pop. Canciones como Make you mine o Justice after all , que se perdonarían en un debut pero que a estas alturas de la película no dejan de ser flojas y faltas de fuerza.

Insisto, Underneath the rainbow no es un mal disco. Que a mi me haya decepcionado un poco no significa nada. Sigue teniendo temazos y eso. Pero me esperaba otra cosa, me esperaba algo más fuerte y contundente. Que creciesen en otra dirección y no en la que lo han hecho.





Off Topic (más o menos): Leo por ahí que les ha echado una mano Patrick Carney, la mitad alta y con gafas de los Black Keys y se nota. Empiezo a estar un poco hasta los cojones de este pseudo-revival setentero en el que todos los grupos suenan a los Black Keys. Que sí, que El camino (que encima no era ni un debut, los notas llevaban todo el puto siglo sacando discos) fue un discazo, y que Lonely Boy lo petó mil, pero ya vale. Black Keys son los nuevos Strokes, o, por poner un ejemplo más reciente aunque su fama e influencia fue un pelín más efimera, los nuevos Mumford & Sons.

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