martes, 4 de marzo de 2014

T.V: Girls 3x07-Beach House


Escribí una especie de primer borrador de esta entrada nada más salir el capítulo pero no me gustó así que lo borré. Quiero hablar de Beach House, pero tampoco quiero hablar sólo de ese capítulo si no de Girls en general y de por qué Lena Dunham me parece tan jodidamente buena en particular. Y para eso el séptimo capítulo de la tercera temporada (en las mejores páginas de descarga o, si sois de los que lo tenéis, en Canal+ los lunes) de la serie Girls me sirve mucho. Porque es otra de esas joyitas que la joven guionista/directora/actriz nos ha regalado.

Beach House probablemente sea el capítulo más femenino y homosexual hasta la fecha. Era algo que una serie como Girls estaba pidiendo a gritos, un capítulo entero centrado en las relaciones de las cuatro amigas, sin apenas interactuar con el exterior (y lo poco que interactúan es con un grupo de cuatro gays tan pasados de vueltas que parecen personajes de una obra de teatro). Centrado en por qué esas cuatro amigas son amigas, porque en realidad esa pregunta nunca se ha resuelto, la verdad. Sabemos que Marnie y Lena son amigas desde la universidad, y que Jessa también las conoció entonces. También sabemos que Soshanna es la prima de Jessa y que su amistad viene un poco por ese lado, pero lo cierto es que en tres años apenas las habremos visto cuatro o cinco veces a todas en la misma habitación, y cuando lo hemos hecho eran más reuniones de conveniencia (fiestas que montaba Hannah u otra persona) que por pura y genuina necesidad de estar con tus amigos.

Por lo que a nosotros respecta, tal y como lo había pintado Lena, no es que estas cuatro chicas fuesen muy amigas.

Este episodio es que se emitió como una semana después del capítulo aquel de True Detective en el que True Detective se convirtió, sin discusión, en la serie del año. Ya sabéis, el de EL plano. Sí joder, ESE. Bueno, pues cuando vi el séptimo de Girls mi primera impresión fue que el final de este episodio, y más concretamente, sus últimos dos minutos, eran, a su manera, tan potentes y perfectos como aquel plano. El clímax de este capítulo, que como tantos otros de Girls tiene una estructura más cercana al medio-metraje que al episodio, es perfecto. Cuando toda la mierda se pone encima de la mesa lo hace de verdad, y cuando acaba... probablemente sea el final más honesto que he visto en mucho tiempo.

He leído por ahí críticas al asunto que intentaban argumentar que ese final es una mirada descorazonadora al futuro. Que lo que ocurre en el climax prueba que estas cuatro chicas no son amigas y que hay mucha amargura en esos últimos dos minutos. Para mi creo que esos dos minutos tienen una doble interpretación. Por un lado está la interpretación esa, la de que "no hay futuro". Que la gente cambia y las amistades cambian y a veces no tiene mucho sentido mantener amistades solo porque sois amigos desde hace mucho. Y no es culpa de nadie y no hay que hacer más drama de ello y que al final ese arranque de espontaneidad de Hannah es una despedida a una era. Puede ser. De verdad, puede ser. Yo también he pasado por cosas parecidas, hay gente con la que te llevas desde hace años que de pronto deja de tener sentido que sigáis siendo amigos y no es culpa de nadie, es simplemente que ambos habéis cambiado y ya no os necesitáis al uno en la vida del otro tanto como antes.

Pero prefiero interpretarlo de otra manera... y eso es porque también tengo algunos amigos con los que he pasado por algo parecido. Y la mejor manera de describirlo es que hay gente que es familia. Nunca he entendido bien todo ese rollo de las familias que "no se hablan", supongo que porque en mi familia no hemos tenido (por suerte) ese problema nunca, pero para mi la familia es gente que está ahí y punto. En mayor o menor grado, pero están ahí. Y para mi los amigos, los buenos, los de verdad, tienen más de familia que de "colegas". En mi grupo de amigos discutimos mucho (muchísimo, la gente flipa con la de veces que podemos acabar a gritos sea donde sea) pero sé que son mi familia. Sé que si viviésemos en una época anterior, en donde gente de nuestra edad podía acabar metida en una guerra, yo no querría a nadie más a mi lado. Hay discusiones, hay mierda, pero al final del día somos familia.

Yo entiendo así los dos últimos minutos de Girls. No como una despedida amarga a una era, si no como una muestra de complicidad familiar. Una manera de decirlo todo sin decir absolutamente nada. Para mi cuando Hannah arranca el baile está diciendo "sí, nos hemos dicho mucha mierda... es verdad, pero esto es más importante". Así lo entendí yo. Así de crudo y de sincero y de simbólico. Y hay amargura, claro, porque una cosa es decir que "no pasa nada" y otra que todas las heridas cicatricen de forma milagrosa, pero es una amargura que mira hacía el futuro de forma optimista.

Y por eso amo Girls tanto. Y por eso es que admiro y envidio a Lena Dunham tanto. Porque cuando este capítulo empezó no podía sacarme de la cabeza lo mucho que en realidad odio a estos personajes. Son unos personajes que no te pueden caer bien sobre el papel, son una cuadrilla de niñatas medio monguers y es imposible no ver Beach House y pasar medio capítulo sin querer escupirle en la cara a Marnie o a Hannah. Pero entonces llega el final y entonces me acuerdo de porque sigo viendo esta serie. Porque al final del día... Lena ha conseguido que estas cuatro idiotas también me parezcan familia. Ha conseguido que empatice con cuatro de los personajes más odiosos de la televisión actual, y lo ha conseguido a base de subir el listón temporada a temporada, de escribir con sinceridad y interpretarlo todo de manera directa y honesta. Por ser de verdad siendo de ficción.

Y, como ya he dicho. Por eso amo Girls.

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