sábado, 20 de abril de 2013

VIDEOJUEGOS: Apocalypse (1998)


De todas las generaciones de consolas, creo que a la que peor le ha sentado el paso del tiempo ha sido a la de los 32/64 bits. La generación de la PSX y la Nintendo 64 ha envejecido, en general, de pena.

Y es normal también, no lo digo como algo malo, pero cuando estas consolas empezaron a funcionar el tema de los juegos en entornos 3-D no se habían utilizado (salvo excepciones) nunca y en cierto modo esos desarrolladores iban trabajando esquivando las ostias según se encontraban con ellas. Por eso, a pesar de la colección de clásicos que tiene esa generación (el primer Metal Gear Solid, los Zeldas de la N64, el Mario 64 o los Final Fantasy de la PSX) hay montones de mierda sin los que, por otra parte, es muy probable que no tuviésemos los juegos que tenemos ahora.

Uno de esos juegos de mierda olvidados (y en este caso no hay excusa, tampoco es que aporte gran cosa a la historia de los videojuegos, no nos engañemos) es Apocalypse, el segundo juego de Neversoft como desarrolladora.

Apocalypse es un shooter en tercera persona ambientado en el futuro. Es uno de esos juegos que ya no se hacen, ese tipo de juegos arcade en el que la estrategia no importaba una puta mierda y lo más importante era no soltar el gatillo ni 3 segundos. Si hubiese que buscarle unos "padres" a este juego habría que remontarse a los Contra, Turricans o incluso Metal Slugs del mundo. Juegos de esos de miles de enemigos y muchos, muchos disparos. La novedad que aporta el genero al juego a nivel de jugabilidad es doble, pero tampoco es algo que nunca se hubiese visto. La primera es la forma de jugar, el juego divide el mando en dos crucetas, una sirve para moverse (la cruceta -o el joystick- normal) y la otra para disparar (los cuatro botones del mando de la PSX). Si quiere disparar a un lado debe elegir el botón de la cruceta de disparo que apunta a ese lado. Más o menos este sistema funciona bien, hay un par de momentos en los que puede que te encuentres disparando a la pantalla si ser capaz de ver lo que estás matando ni nada, o que no seas capaz de apuntar con precisión, pero son contadísimos (e incluso puede que no te pase) pero claro, no podemos hablar de una "jugabilidad original" porque lo que hace no es más que extrapolar lo que ya se había visto en otros juegos como Smash T.V a las tres dimensiones.

La otra aportación al genero de los shooters en tercera persona, lo de pasarlos a las tres dimensiones, aunque en aquellos lejanos días no estaba tan extendido, tampoco es una cosa demasiado original. Contra ya había pasado su conversión al ancho alto y profundo dos años antes en el Contra: Legacy of War así que tampooco es que este juego fuese revolucionario en cuanto a eso.

Por lo que sí podemos acordarnos del juego es porque  "es el juego que protagonizó Bruce Willis". Porque, seamos sinceros, ese es el único reclamo que tiene ahora mismo, el único motivo para ponerlo en vuestra vieja consola (o en vuestro emulador) es que "tu personaje es Bruce Willis" y eso mola mil. Que eso sea lo más memorable no quiere decir que sea malo ¿eh? no estoy diciendo eso, es divertido, es uno de esos juegos locos en los que todo explota y matas a cien enemigos por minuto y eso, seamos sinceros, siempre ha molado. Hay una buena selección de armas y aunque los enemigos no varían demasiado los jefes finales molan. Pero por más divertido que pueda ser hay cien mejores que este, y el único motivo para probarlo (si no sois cómo yo, que lo jugó de pequeño y le tiene cariño) es porque aparece John McClane. Además, no hay muchos juegos en los que el monstruo final sea el presidente de los Estados Unidos.

Como nota más nerd, decir que este juego es el primero en el que Neversoft (es su segundo juego, tienen un plataformas en 2D antes) utilizó el motor del que sería su gran hit al año siguiente, Tony Hawk's Pro Skater.

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